En menos de un mes se ha ganado al público del paseo 21 de Mayo con ocho personajes que él mismo confecciona a partir de soldaduras y máquina de coser. Sergio entrega unos minutos de risa a los ajetreados transeúntes y los saca de la rutina. Con ocho voces distintas y con pequeños elementos que cada muñeco manipula, Sergio busca entregar un show diferente que genere alegría.

"La idea es lograr que se queden un par de minutos en el centro y salgan de lo cotidiano, en una sociedad compleja que los ahoga. Que se lleven ese buen ánimo a sus hogares y lo compartan con su familia para mí eso ya es importante", comentó Sergio Henríquez, quien tras años siendo actor y profesor de las tablas encontró en los títeres su pasión.

¿Por qué títeres?

Siento que es una herramienta que permite llegar al público de forma masiva y de forma efectiva. Tiene potencial de información mayor a la de un actor, me gusta causar la sensación de que ven un dibujo animado en vivo, que sale de la pantalla y lo pueden tocar. Cuando causo asombro el trabajo está hecho, porque la capacidad de asombro en el público actual es muy difícil.

Autodidacta

Sergio lleva años en la calle haciendo espectáculos con sus muñecos, ha recorrido Chile, Sudamérica y se ha trasladado hasta Estados Unidos. "Voy haciendo pruebas combinando técnicas para desarrollar cosas nuevas, combino hilos de marioneta y estudio los muñecos de guiñol (de guantes). El humor y la música son lenguajes universales, por eso también los incluyo".

A pesar de que el titiritero reconoce que Arica no es una ciudad donde se gane mucho dinero trabajando en la calle, reconoció que es económico para vivir y los materiales son baratos, ya que están a la mitad del precio que valen en Santiago y puede trasladarse hacia la frontera para encontrar más variedad.

Si va por 21 de Mayo y ve gente agrupada, lo más probable es que sea el show itinerante de Sergio.