Secciones

Así quedamos con lo que el viento se llevó y lo que no pudo llevarse

Clases de Educación Física suspendidas, postes a piso, árboles en el suelo y gatos que terminaron en el techo del vecino.
E-mail Compartir

Ojos vidriosos, labios partidos, estornudos eternos y manguereos constantes por sobre los vehículos. Ese era el tipo de gente con que se topaba cualquier mortal que se paseaba las primeras horas de ayer, luego de la tarde noche del martes, cuando el intenso ventarrón con tierra y todo se ensañó con árboles, postes, calaminas y hasta animales sobre el techo, en Capitán Ávalos.

Según la primera información, los sectores más afectados fueron las poblaciones Silva Henríquez, Tacora, Cabo Aroca y Tucapel, "sobre todo donde existe acumulación de cartones o presencia de talleres mecánicos", explicó Marcos Gutiérrez, jefe municipal de Aseo y Ornato.

El propio funcionario dijo que fueron 2 postes los dañados en Playa Brava y Capitán Ávalos, como también hubo suspensión de semáforos en Las Palmas, cerca del hospital y Tucapel, los que pasado el mediodía de ayer, ya estaba superado en un 50%.

Otro punto negativo para los cerca de 60 trabajadores de las cuadrillas que salieron a la calle, "fue que por estos días ya se finalizaba el lavado del forraje de los árboles de la ciudad, trabajo que por esta condición climática, fue entorpecido", agregó.

600 kilos de polvo levantó Aseo y Ornato desde las calles, por lo menos hasta el mediodía.

12 árboles terminaron en el piso. Los más notorios, en la Rotonda Azapa y Luis Valente Rossi.

5.900 personas quedaron sin suministro eléctrico tras el fenómeno que comenzó el martes.

6.000 pesos en promedio cobraban ayer por limpiar vehículos entre automóviles y 4x4.