Llegó como el refuerzo más bombástico de Universidad de Chile de cara a la nueva temporada del fútbol chileno, pero posiblemente habrá que esperar para verlo jugar.
El argentino Gastón Fernández habría dado positivo en un control de doping después de jugar un clásico de la Plata, según consignó un medio trasandino vinformado por el programa "Indirecto" de TyC Sports.
Juan Antonio Pizzi utilizó a los 20 jugadores de cancha que llevó a la Copa América Centenario. En total jugaron 21, contando con que Claudio Bravo nunca salió. Y de éstos hay algunos que se destacaron como los "grandes ganadores" por sus actuaciones en el torneo.
Pero también están otros que deberán buscar una revancha. Fuenzalida y Puch se ganaron la confianza "Macanudo" nunca tranzó en su idea de jugar con tres delanteros. Dos externos y un centrodelantero. Comenzó con Alexis Sánchez en el medio, Eduardo Vargas por derecha y Jean Beausejour por izquierda.
Luego le dio chances a Mauricio Pinilla, hasta que finalmente encontró "su" ofensiva ideal. Trasladó al tocopillano a la izquierda, centralizó a Vargas y la duda se dio por izquierda. Beausejour tuvo que bajar a la zona de lateral tras la baja por lesión de Eugenio Mena.
Y como delantero por esa franja fue donde más probó. Y las dos cartas que más usó le respondieron a cabalidad. Contra Panamá le dio esa responsabilidad a José Pedro Fuenzalida y el "Chapa" cumplió.
Se pensó que era el elegido, pero Pizzi sorprendió con Edson Puch contra México. Y de qué forma le respondió, marcando dos goles en el 7-0.
Ganaba terreno el ex Deportes Iquique, sin embargo "Macanudo" volvió a darle el puesto a Fuenzalida contra Colombia y éste marcó un gol y dio una asistencia.
Con eso jugó la final. Pero en definitiva las dos opciones que usó por la banda izquierda le resultaron y respondieron a su confianza. Puch y Fuenzalida son los que ganaron. Orellana y Pinilla en deuda. Desde que llegó Pizzi le dio la confianza a Fabián Orellana. Contra Argentina, Venezuela y en amistosos siempre lo usó. Pero el del Celta de Vigo no repitió las grandes actuaciones que en su club.
Y fue así como perdió terreno. Pese a que en la Copa fue titular contra Bolivia, después jugó poco y nada, siendo relegado por Fuenzalida y Puch.
Algo parecido ocurrió con Mauricio Pinilla. Arrancó como el nueve fijo de área en los duelos iniciales del estratega, pero con el paso de los partidos terminó inclinándose por un centrodelantero con mayor movilidad.
Probó a Sánchez y finalmente se quedó con Vargas. Incluso en la final, le dio la confianza a Nicolás Castillo por sobre él.