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Adopción sin condición y un pacto que traspasó lazos sanguíneos

Rodrigo Arias nació prematuro. Su madre falleció cuando él nació y su padre al tiempo después siguió el mismo destino. Esta es la historia de Rodrigo y una pareja de "compadres" que eligieron ser sus nuevos padres.
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Rodrigo Arias nació prematuro y era tan complejo su diagnóstico que permaneció dos meses en incubadora. Fruto de un embarazo complicado no fue extraño que su diagnóstico fuera el de un niño con parálisis en su lado izquierdo.

Marta Ottoya, madre de Rodrigo, quedó embarazada a los 41 años, con un problema cardíaco y tiroidial, no soportó el parto y tras dar a luz falleció de una septicemia. Al tiempo después el destino decide llevarse a su padre.

Amigos de años

13 de abril 1980. Teresa Escobar y Andrés Tapia reciben la fatal noticia de la muerte de su 'comadre' con quien habían cultivado amistad de años.

"Nosotros éramos amigos de años; con el padre de Rodrigo nos criamos desde pequeños juntos, en el colegio, después en el trabajo y seguimos nuestra amistad después con nuestros matrimonios; nos hicimos compadres" contó Andrés.

Teresa, su esposa, afirmó que de inmediato ella asumió la responsabilidad de tener al menor y criarlo. "La madre de Rodrigo, cuando estaba embarazada, siempre me decía 'tú tendrás que hacerte responsable de mi hijo, yo me voy a morir cuando él nazca', yo le decía ¡cállate!, no hables tonteras, entre risas me contestaba que era cierto".

"Nosotros apenas supimos la noticia nos hicimos cargo de Rodrigo, no lo dudamos; teníamos un cariño muy grande y amistad de años con sus padres y además éramos compadres; siempre nos dijimos que si algo nos pasaba a cualquiera de nosotros, quienes quedaran se hacían cargo de nuestros hijos -ambas ya teníamos hijos, Rodrigo es el menor de mi comadre y yo tenía ya 4 con mi matrimonio- y bueno a ella le dio una septicemia y luego de que Rodrigo nace el 7 de abril, el 13 ella muere" contó sentada junto a Rodrigo, su hijo menor, tal como ella lo asumió.

Adoptar sin condición

Ambos padres cuentan que no fue obstáculo para ellos la discapacidad física de Rodrigo; "él es inteligente, comprende todo, su problema es físico, su lado izquierdo es el que no le funciona; de hecho el médico lo dijo, que si su parálisis fuera en el otro hemisferio hubiera tenido una discapacidad mental, pero no es el caso de él" dijo su padre.

Mientras Rodrigo mira la televisión en su silla, a ratos contesta las preguntas de su padre.

¿Cuántos años tienes? 36 años -contestó Rodrigo-; a su vez comentó que le gusta el fútbol, es miembro de la liga que fundó su padre y recuerda las visitas de cada fin de semana para ver los partidos.

"Él conoce toda su historia, sabe que su madre y padre fallecieron" afirmó Teresa, su madre adoptiva.

Inclusión social

Si bien ambos padres asumen que no ha sido una carga tener a su hijo con ellos, él solo llegó hasta cuarto básico.

"Solo llegó hasta cuarto básico porque fue muy complicado que siguiera los estudios; en los colegios no lo aceptaban o simplemente no nos entregaban las flexibilidades para que él pudiera desarrollarse en sus estudios" dijo el padre.

Igualmente contó que aunque él era quien lo llevaba al baño durante los tiempos de recreo y siempre estaba pendiente en el colegio, no le recomendaron que buscara otro establecimiento; después intentó ingresarlo en la Escuela F-22 pero no lo aceptaron porque le argumentaron que no contaban con personal para entregarle a Rodrigo el cuidado que necesitaba.

"Yo le ofrecí que podía estar junto a él en los recreos o ir al colegio cuando él lo necesitara" contó Andrés Tapia, pero no se pudo.

Su hermana Marcela Tapia afirmó que cuando estaba en el colegio a veces ni siquiera lo nombraban en la lista del curso, por eso la familia se cansó de buscar espacios de inclusión en los temas de educación y prefirieron desarrollar otras habilidades en la vida de Rodrigo, quien a sus 36 años es amante del fútbol.

Además contaron que durante su tratamiento Rodrigo asistió a la Teletón hasta los 20 años donde se desarrolló en todos sus sentidos y cuentan con orgullo que no es la primera vez que los medios se interesan por la historia de Rodrigo.

"En 1996 para una Teletón una periodista se acercó a nosotros y le interesó la historia de él, nos invitaron y nos hicieron una nota también" cuenta orgullosa su madre.

El futuro

Actualmente el matrimonio tiene 55 años de casados y muy contentos afirmaron que si tuvieran que volver a tomar la decisión de adoptar a Rodrigo, volverían a hacerlo.

"Lo volvería a hacer sin pensar; él es un hijo más en la familia e hijo de mis amigos y compadres" dijo Andrés.

Por su parte Teresa está convencida que aún tienen para mucho , han disfrutado a su hijo al máximo y pretenden seguir haciéndolo así.

Actualmente la familia es grande, el matrimonio tiene cinco hijos, incluido Rodrigo el menor; tienen ocho nietos y un bisnieto comentan entre sonrisas; eso sí Teresa aclara que si algo les llegara a pasar ellos ya han acordado la situación con sus hijos y sería su hija quien asumiría la responsabilidad con su hermano menor.

"Ya lo hemos hablado con mi hija y ella misma me ha dicho 'mamá si te pasa algo o al papá yo me hago cargo de Rodrigo', así que en ese sentido estoy tranquila" afirmó.

Ambos -desde el living de su casa y junto a sus nietos- coinciden en que seguirán disfrutando minuto a minuto con la gran familia que han construido. Respecto a la adopción sin condiciones agradecen a Dios que desde que decidieron cumplir el pacto que asumieron entre "compadres" no se han arrepentido ni un día de ello.

En Chile, según datos del Sename, solo en el 2011, se presentaron 294 casos de adopción de niños que requieren cuidados especiales cifra que en la actualidad se ha incrementado.