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El día que Puch jugó por la celeste de Arica

El seleccionado nacional que se lució ante México con dos golazos, defendió a nuestra ciudad en un campeonato nacional a sus 15 años.
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"Vamos equipo, con fuerza, podemos ganar, somos mejores...". Con estos gritos, un joven de 15 años, goleador de la celeste, alentaba a sus compañeros de la selección de fútbol juvenil de Arica en los partidos del campeonato nacional de Los Angeles de la categoría en el 2002, hace unos 14 años.

Estos gritos eran escuchados desde fuera de la cancha por el dirigente a cargo de la delegación ariqueña, Claudio Ruminot, actual presidente de la Asociación de Fútbol de Arica (AFA) y por los entrenadores de aquel entonces seleccionado, Mario Gutiérrez y Hugo Torres.

Todos ellos no se cansaban de elogiar el desempeño de sus dirigidos y en especial del joven delantero que con la 9 en la espalda, hacía estragos en las defensas rivales en el torneo juvenil de la sureña ciudad.

¿Pero, quién era ese promisorio jugador que con tanta garra defendía a la celeste ariqueña?

El mismo Claudio Ruminot cuenta hoy la historia revelando que ese joven era nada menos que el actual seleccionado nacional, el iquiqueño Edson Puch, el cual se ha lucido las veces que ha jugado en la Copa América Centenario que hoy llega a su fin en tierras gringas.

"Para las eliminatorias del campeonato nacional juvenil del 2002 nos tocó definir con Iquique en dos partidos bravos, donde perdimos 3 a 2 en el vecino puerto, pero acá en la revancha ganamos por el mismo marcador y tuvimos que ir a penales donde nuestro arquero tapó tres lanzamientos logrando la clasificación al torneo de Los Angeles", adelanta Ruminot.

Y ocurrió que Arica quiso reforzarse con tres jugadores iquiqueños para representar a Tarapacá y al norte en el campeonato juvenil, por lo cual el mismo dirigente viajó a Iquique a "negociar los préstamos" a sugerencia del entrenador Mario Gutiérrez, siendo una de las misiones el traerse al hábil delantero goleador de Cavancha, Edson Puch.

"El entrenador de Iquique había dicho que no prestaran ningún jugador a Arica, pero conversando con los padres de los muchachos, estaban encantados que sus hijos tuvieran la chance de estar en un campeonato nacional que siempre son vitrinas para lucirse ante los caza talentos de los clubes grandes del fútbol chileno", recuerda el directivo.

Fue así que incluso, uno de los padres de los jóvenes llegó a Arica trayendo a los tres refuerzos iquiqueños, incluido el endiablado delantero a quien llamaban "el chico Puch".

Ruminot afirma que hubo entonces un largo periodo de preparación de tres semanas del seleccionado juvenil y él tuvo que alojar en su casa al talentoso Puch y a los otros dos iquiqueños, atendiendo todas las necesidades de los muchachos, porque incluso "uno de ellos no tenía ni zapatos de fútbol, y su mamá era una humilde jefa de hogar que trabajaba para cuidar a todos sus hijos".

-¿Y cómo era Edson a los 15 años, dentro y fuera de la cancha?

-Muy desordenado, tremendo juguetón, pero respetuoso, lo único que deseaba era jugar a la pelota y en la cancha destacaba altiro por sobre los demás, no sólo por su habilidad con la pelota, sino por su entrega, ya que si bien en esos años era menudito físicamente, corría toda la cancha y si le pegaban se levantaba y arengaba a sus compañeros como un ariqueño más.

¿Anécdotas en el torneo nacional de Los Angeles?

-Para empezar nos encontramos con que el mayor del regimiento de Los Angeles, era un ariqueño de los Ferrer-Gallo, el cual atendió muy bien a la delegación y los llevó a conocer las instalaciones y ejercicios. Los muchachos quedaron alojados en un colegio católico frente a la Plaza a una cuadra de donde almorzaban, pero en sus ratos libres se divertían. Puch y otro compañero se demoraron sólo dos días en tener pololas allá porque la delegación de Arica era regalona.

En cuanto a lo futbolístico, Ruminot recuerda que en el grupo o serie de Arica, derrotaron a Punta Arenas y a Aysén, siendo Puch el goleador del equipo, pero en la otra fase les tocó con el local, Los Angeles.

"Allí partimos perdiendo con un autogol, y luego empatamos, pero otro autogol nos causó la derrota y eliminación del campeonato, regresando con la frente en alto por el buen comportamiento y hasta galvanos le entregamos al alcalde de Los Angeles", manifiesta el actual presidente de AFA.

Asimismo, menciona que su hijo, Rodrigo Ruminot anotó el que fue el mejor gol del torneo, un gol olímpico.

-¿Qué pasó con el "chico Puch"

-Allá lo vieron dirigentes de Huachipato, por lo que yo les di los teléfonos de sus padres para los contactos y el iquiqueño se quedó en el cuadro de la usina para su formación profesional.