Monos y humanos ancianos son más selectivos en sus interacciones sociales
Investigación encontró similitudes en el comportamiento promedio de ambas especies en el último período de sus vidas. Preferirían compartir más con sus conocidos que con extraños, por lo que reducirían su entorno social.
No es necesario que haya visto la película "El planeta de los simios" para sospechar las enormes similitudes que existen entre humanos y simios. Semejanzas que abarcarían su comportamiento en la vejez, en que es fácil encontrar tanto a personas como a primates apáticos y huraños.
Un estudio publicado en la revista científica Current Biology, concluyó que, a medida que envejecen, los monos se vuelven más selectivos en las relaciones sociales que establecen, una conducta que coincidiría con la de las personas mayores.
El análisis incluyó a más de 100 ejemplares de la especie mono de Berbería (Macaca sylvanus), que permanecen en la reserva "La Forêt des Singes", en Francia.
Para evaluar la curiosidad que experimentaban los primates, los investigadores les entregaron tres objetos desconocidos: un juguete con forma de animal, un cubo lleno de piezas de plástico de colores en un líquido viscoso y un tubo opaco cerrado, con alimento en su interior.
Frente a estas novedades, los ejemplaes más jóvenes mostraron interés en todas las cosas; los adultos se centraron más en el tubo con comida y los ancianos sólo se interesaron en el alimento.
Los animales ancianos también mostraron especial atención en aquellos monos considerados socialmente importantes.
Luego, a los primates también se les mostraron fotos de monos recién nacidos y se pudo determinar que, al verlas, los más ancianos demostraron estar atentos. En el caso de las hembras, se evidenció menor interacción con los machos que se interesaban en ellas.
La investigación explica que el comportamiento social se ve reducido con los años, dicen los expertos. Esto, condicionado por los cambios fisiológicos que se producen en el tiempo. De acuerdo, a la Laura Almeling, quien dirigió el estudio, los monos podrían reducir el contacto físico con otros de su especie por temor: "Tal vez consideren que es demasiado arriesgado", dijo.
La especialista del Centro de Primates de Alemania se refirió a las diferencias entre el ser humano y el mono: "Hay una teoría importante en psicología que sugiere que los seres humanos se vuelven socialmente más selectivos cuando saben que su tiempo es limitado, como ocurre en la vejez, período en que se centran en las interacciones con los amigos y parientes cercanos... Pero suponemos que los monos no saben que su propio tiempo se acaba".
LA VIDA grupal
Mientras, Alexandra Guerra, directora ejecutiva del Instituto Jane Goodall Chile, se refirió a las interacciones sociales de los monos, que en Chile no está autorizado tener como mascotas.
"Para los primates, el estar dentro de un grupo, siempre en contacto con sus congéneres, es súper importante, al igual que para nosotros. Nunca un primate debe estar en cautiverio, en estado solitario, porque eso es va en detrimento de su bienestar.
A menos que el animal tenga una condición médica o mental que no le permita vivir con otros de su grupo", dijo.
La veterinaria de la Universidad Mayor señaló que el ser humano comparte algunos ritos sociales con estos animales: "Dentro de los más parecidos a nosotros están los chimpancés. Ellos tienen un 98 % del ADN similar al del ser humano. Las conductas sociales que tienen ellos y como moderan sus grupos son tan complejas como las humanas".