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Necesidad de semáforos

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Regularmente cuando recurrimos a esta crónica es para hacer críticas o sugerencias, pero también hay que hacer notar que estas son escuchadas y se ponen reparo en ellas de vez en cuando y basta con ver la instalación en dos esquinas que se bautizaron como las esquinas de la muerte y el municipio o la entidad que le correspondía ha visto y ha puesto reparación de estos dos puntos tanto en Renato Roca como Capitán Avalos que se llevaron algunas víctimas inocentes. Quiero hacer notar otra avenida que requiere de un nuevo semáforo y es en Lastarria con avenida Azola que diariamente se ven frenazos y choques y si es verdad no de gran envergadura, lo mejor sería la instalación de uno y evitaremos algo mayor.

Donde sí se ha convertido un gran riesgo es el la calle Chapiquiña entre la avenida La Paz y Linderos ya que gracias a la postura de adoquines y mejoramiento de esta vía han aparecido inspirados pilotos de piques nocturnos y aprendices de pilotos de carrera de día que tratan de mostrar sus habilidades donde no corresponde.

No sé si la instalación de lomos de toro es de alto costo, pero solucionaría el problema ya que las velocidades que se experimentan en el sector son apreciables y con la sola presencia de carabineros de vez en cuando aminorará a estos pilotos sus ímpetus de velocidad y así deciden cambiar por otros lugares que están autorizados para esto, como el autódromo por ejemplo.


Violencia estudiantil

Fue allá por 1920 que Eduardo Barrios remeció a la sociedad con su obra clásica "El niño que enloqueció de amor". Era alarmante para la época que un jovencito pusiera sus ojos en una mujer madura. Romántica pieza que llegó a ser lectura obligatoria del Ministerio como también lo fue en los 70 Palomita Blanca, de Enrique Lafourcade.

Hoy, un puñado de exaltados de la generación 2000, varios con capuchas negras, desperfilan el movimiento estudiantil y enloquecen a la sociedad, pero de ira y violencia fundamentalista. Furia y rabia. Nada de romanticismo. Ideología pura.

Cavilo y me pregunto: ese discurso tan elaborado que declaman con gritos y rayados, ¿sera propio de ellos?, ¿cuando en sus estudios no distinguen la b de la uve? ¿O serán instrumentos bien aceitados de gente mayor, trasnochada, enferma, anarquista, resentida y minoritaria que no hace diferencia en su lógica de "agudizar las contradicciones" del modelo?.

¿A tanto llegan que no respetan ni al Cristo de la Gratitud?

Es algo que difícilmente haría un mozuelo de esa edad .

Edmundo Avila Solari

Gaspar Millas del Río