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Rider ariqueño quiere sacar a su hijo campeón mundial de body

En las rompientes nortinas un padre lo da todo para que su hijo sea el mejor bodyboard de la zona. El pequeño tiene una motivación mayor afirma su monitor y profesores.
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Una pasión que arrastra desde pequeño es la que el bodyboard ariqueño Yerko Vásquez quiere heredarle a su hijo Yeray Vásquez Mahan de solo 6 años.

Y es que todos los riders locales saben de las proezas de Yerko en las rompientes ariqueñas, estilo de surfear que hace un par de años busca traspasarle a su pequeño que cursa la enseñanza básica en el Junior College.

Según el orgulloso padre y profesor de bodyboard, "mi hijo se está transformando en una revelación del bodyboard en las costas de la ciudad de la eterna primavera. A pesar de haber vivido un momento traumático en su vida, al revolcarse surfeando en la clásica ola llamada El Tubo en la playa Las Machas, a la edad de un año de vida, Yeray luchó junto a mí pacientemente para volver a hacer frente a ese momento traumático y dejarlo atrás y así volver a conectarse con el océano y olvidarse de ese mal momento que vivió con el mar".

Olas peligrosas

El prevencionista de riesgo y monitor de bodyboard local, Yerko Vásquez, comentó que "Arica tiene una de las olas más peligrosas de Sudamérica llamada El Gringo; esta está ubicada en la Ex Isla del Alacrán, es ahí donde trato día a día de enseñarle la técnica a mi hijo para que domine la categoría Dropknee, la cual es una de las más vistosas en los campeonatos que se desarrollan en Chile y el mundo".

Agregó que "como tuvo un episodio traumático con el mar cuando era muy niño Yeray debió vencer sus miedos con harto trabajo. La pequeña revelación local recibió en el 2015 un premio por su valentía y esfuerzo, trofeo que fue entregado por el instructor y director de la escuela de Bodyboards Turbo Arica".

En el verano del 2016 Yeray nuevamente fue nominado como deportista revelación de bodyboard por el club Flopos y el director de la escuela de Olas Chile, Juan Pastene. Y es que las ganas de querer mejorar del pequeño rider no dejaron ajeno a sus profesores que ven día a día cómo el trabajo de su padre rinde sus frutos.

El pequeño rider local no ha dejado ningún fin de semana de lado la playa ariqueña con el fin de incrementar su nivel en el surf. Su obsesión con este deporte es tan grande que ya quiere tener la edad suficiente para competir en los circuitos nacionales.

Y entre sus ídolos no deja de pensar en su progenitor que le ha dado todos los detalles para que se mueva como un delfín sobre las movidas rompientes del norte de Chile.

El entrenador y padre del menor comentó que "la idea de sacar a mi hijo campeón nació de mí, porque yo paso gran parte de mi tiempo en la playa haciendo bodyboard, entonces para no perder el tiempo con mi hijo decidí motivarlo en este deporte, ahora es tanta su motivación que gracias a él hemos ido mejorando muchas cosas en el mar, pero Yeray tiene su objetivo claro y él quiere ser campeón y para eso lo estoy entrenando".

Agregó que "yo igual tengo mis títulos en este deporte, de hecho fui seleccionado chileno del 2008 hasta el 2015 para el mundial Arica Chile and Challenger, además varias veces he salido campeón del circuito local de este deporte copa pelao Guillén 2014, también fui campeón del circuito internacional clasificatorias Mundial Arica Chile and challenger el año 2014. Y por último saqué el tercer lugar en categoría Dropkene en la playa Punta Hermosa de Perú".

Para Yerko Vásquez no hay mejor regalo en la mañana que su hijo le diga "papá vamos a entrenar, porque la motivación nace de él y en este deporte para ser campeón solo hay que estar motivado y esa parte mi hijo ya la tiene, así que seguiremos trabajando para formarlo como el futuro representante ariqueño de los mundiales y circuitos de bodyboard".

Tiene 90 años y recorre feliz la ciudad en "bici"

Juan Salazar todas las mañanas sale a pedalear desde Edmundo Flores hasta la playa, el agro o alguna plaza del centro que le sirva para ejercitarse y pasear.
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Bibiana Mamani H.

Después de dar su habitual paseo mañanero en la bicicleta de siempre, Juan Salazar, un tierno padre y abuelito de 90 años, nos recibió en su casa por el sector de la Uta. Allí muy atento y vivaracho, nos relató el porqué a su edad tiene tanto afán por recorrer la ciudad a pedales todos los días.

Es que a esa edad cualquiera que lo viera pensaría que camina con dificultad, que oye y ve poco, sin embargo es todo lo contrario. De hecho su memoria no le falla y recuerda todos los números telefónicos de sus hijos y algunos nietos. Por eso su familia lo apoya en estas salidas mañaneras que realiza el patriarca de la familia Salazar.

Don Juanito insiste en seguir paseando porque dice que le ayuda a estar más vivo que nunca. Diceque no le gusta mucho depender de nadie y como aún goza de buena salud, todos los días se manda a cambiar un rato.

Toma su bicicleta, recorre la playa, las plazas e incluso va de compras al Agro. A estas alturas tiene acumulado más trayectoria que kilómetros Lanpass. Y dolores reumáticos, ninguno.

"Fui trabajador ferroviario toda la vida y siempre iba al trabajo en bicicleta, por eso seguiré pedaleando hasta donde pueda. Además me sirve como deporte", contó Juan Salazar, oriundo del interior de Iquique, donde nació el 26 de enero de 1927.

Con sus 4 hijos y 10 nietos, Don Juanito se dedica a ser feliz junto a su familia y los amigos del Club de Rayuela Nueva Esperanza, donde no solo es miembro, sino que también ostenta el cargo de árbitro federado de rayuela. Ese deporte donde el tejo y las quemadas mandan.

"Me siento orgulloso de mi padre porque es independiente, se mantiene vital porque hace deporte y se alimenta sanamente. Su dieta es a pura leche con avena, frutas, puras cazuelas y alimentos livianos", dijo Orlando Salazar.

Mientras Juan nos relata sobre los cambios radicales que sufrió la ciudad hasta la fecha, también saca de su cuarto un libro con todos los recortes de sus apariciones en el diario, donde destacan su club de rayuela. Como un gran tesoro ojea ese libro que cuenta parte de su vida, de sus amigos y logros alcanzados gracias a la rayuela.

Como todo padre y abuelito, Don Juan muestra orgulloso sus recuerdos más valiosos, esos que lo acompañan y lo hacen grande. Es que a diferencia de algunos abuelos, Don Juan sí cuenta con el apoyo y cariño de sus hijos, quienes lo dejan ser, pero al mismo tiempo lo cuidan y lo consienten con esas cazuelas que a él le gustan mucho y que le dan fuerzas para seguir pedaleando por el centro de Arica.

Ahora usted se preguntará lo peligroso que pueden ser las calles para un abuelo de 90 años. Y tiene razón, por eso a veces Orlando, su hijo, insiste en acompañar a su padre en esos paseos, pero Don Juanito es rebelde y le hace collera en las carreras.