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Jacobo Copa: El chasqui aymara que recorre a puro pie el Camino del Inca

Lleva recorridos unos mil kilómetros desde su natal Potosí, en Bolivia, pasando por Perú y Ecuador. Ahora su meta es partir desde Cobija, cerca de Tocopilla, para emprender la "Ruta de la plata" y así revalorizar la riqueza patrimonial.
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Conservar lo tangible para que no se convierta en lo intangible es la meta que Jacobo Copa se propuso para toda su vida recorriendo a pie el Qhapaq Ñam, sistema vial andino mejor conocido como el Camino del Inca.

Se define como un defensor del Qhapac Ñam y un activista que camina a pie la ruta que la civilización incaica que vinculaba las ciudades más importantes de la costa a la sierra.

En la sierra

Su niñez transcurrió entre los extensos cerros de Potosí, que esconden entre sus historias la existencia de oro y plata y que en lengua quechua significa que "truena, revienta, hace explosión".

Desde pequeño su gusto por la escalada lo llevó a seguir practicando deportes extremos a lo largo de su vida, especialmente la caminata en altura.

"Soy un pastor de llamas aymara. Siempre me interesó recorrer los caminos de mis antepasados. Ellos, al igual que las llamas, iban caminando hasta el salar de Uyuni hasta los valles o viceversa", relata el activista de 34 años.

Según recuerda, sus padres transportaban sal en los lomos de las llamas desde Uyuni hacia el este y desde ahí, llevaban la comida a su casa en Potosí.

De estos recuerdos, Jacobo recoge el impulso de continuar los caminos que sus antepasados recorrieron y, a la vez, conocer qué está pasando actualmente con estas rutas, que son Patrimonio de la Humanidad proclamados por la Unesco desde 2014.

"Los gobiernos se enfocan en el desarrollo de caminos, escuelas e industrias por encima del camino antiguo y esto significa matar nuestra cultura originaria", manifiesta.

Chasqui

En la cultura incaica los chasquis eran conocidos como mensajeros ágiles que estaban al servicio del gran soberano para llevar mensajes a lo largo del imperio Inca.

Jacobo se siente como uno de ellos, según describe, y desde el 2011 inició su primera travesía para caminar 120 kilómetros desde el 28 de noviembre hasta el 1 de diciembre.

"Junto a un equipo de investigadores y arqueólogos de Perú y Bolivia recorrimos durante cuatro días el camino que conecta a Potosí con Tomave, pasando por las ciudades de Agua de Castilla, Viluyo y Saruyo", cuenta Jacobo.

Por cada día de travesía el recorrido era de unos 25 kilómetros aproximadamente. "El objetivo de mis recorridos es ver en carne propia los daños que en Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Argentina se están haciendo de forma sistemática al camino antiguo", describe el activista y añade que en cada expedición invita a todo aquel que esté interesado en revalorizar la cultura, rescatar el patrimonio del Qhapaq Ñam y conocer la riqueza patrimonial.

Ruta del mar

El siguiente desafío se transformó en la "Ruta del Mar". En esta oportunidad Jacobo emprendería rumbo desde el punto peruano del lago Titicaca hasta llegar a Cobija, en Tocopilla.

"Lo que encontramos allí fue distintas formaciones naturales geológicas incas. Caminamos 470 kilómetros del 23 de marzo al 5 de abril del 2012 junto a otro equipo que venían de Francia, Perú, Ecuador y Argentina", manifiesta Jacobo.

Wayakuntu

Ese mismo año, 2012, el chasqui aymara pasó al lado ecuatoriano para participar en la "Wayakuntu" , la caminata binacional que recorre el Qhapaq Ñan que une Perú y Ecuador.

El viaje inició en el Parque Central de Cariamanga, capital del cantón de Calvas en la provincia de Loja, Ecuador y culminó en Ayabaca, Perú. En total el recorrido fue del 19 al 22 de septiembre y pasaron por las provincias nativas de los Calvas, Ayabacas y Caxas.

"Antes de cada expedición nos preparamos de distintas formas. Por ejemplo, no comemos mucho pollo o chancho frito porque estos alimentos nos perjudican la caminata", dice el chasqui y añade que se alimentan de "pito" que es maíz cocido en leña y que se muele, de tal forma que quede líquido para ser endulzado con miel o chancaca, luego es embotellado y lo toman como refresco.

Ruta de la plata

En noviembre de este año será la fecha de la nueva hazaña por el Camino del Inca que Jacobo pretende comenzar en Cobija.

El recorrido será de unos 700 kilómetros. Se hará en cuarenta días para caminar desde Chile, pasando por María Elena y Calama y de ahí pasar a San Pedro de López, Colcha K, San Agustín, Uyuni, Tomave, Poco, Yocalla y terminar en Potosí.

"A mí esto me mantiene con vida porque veo en el paisaje un concierto que se llena con los sonidos de las llamas, vicuñas y cóndores", detalla.Por último, Jacobo extiende la invitación para quienes deseen participar en la ruta de la plata comunicarse al correo. xakowo@gmail.com.