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El legado de la Junta de Adelanto que no se ha sabido preservar

Varias de las grandes obras de este organismo descentralizado y autónomo han sufrido un deterioro con el paso del tiempo y sólo en los últimos años se han elaborado proyectos para su remodelación o mejoramiento.
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Cuando se piensa en el desarrollo de una comuna o región siempre se alude que lo ideal es contar con los recursos adecuados, pero sobre todo con poder de decisión en el marco de una real política de descentralización.

En este sentido, la mayor parte de los gobiernos ha intentado dotar de mayores atribuciones a las regiones y que dispongan de las fuentes de financiamiento adecuadas para los propósitos de crear el desarrollo y bienestar de sus habitantes en materia de educación, vivienda, salud, un buen entorno y también procurar cultura e incentivar el turismo.

Sin embargo, la tarea todavía está pendiente aunque se han formado comisiones sobre la descentralización que han recogido, incluso, desde la misma ciudadanía a través de diálogos participativos, las inquietudes y sugerencias para dotar a las regiones de mayor autonomía.

En la memoria

En este sentido, Arica cuenta en su memoria colectiva con el eterno recuerdo de lo que fue la Junta de Adelanto, calificada como un verdadero ejemplo de descentralización, organismo que tuvo su periodo de funcionamiento entre los años 1958 hasta 1976 y que con los recursos de los impuestos que se quedaban en la zona, levantó innumerables obras de progreso, que impactaron en la imagen urbanística.

Muchas de estas obras con el paso del tiempo han sufrido el paulatino deterioro y aunque algunas han sido sometidas a proyectos de mejoramiento, igualmente se ven descuidadas.

Emblemáticos

Por ejemplo, emblemáticos son los casos de recintos deportivos como la Piscina olímpica y el Fortín Sotomayor, que están con sus instalaciones deterioradas y no aptas para la práctica de las disciplinas deportivas correspondientes, y en el caso del estadio mundialista "Carlos Dittborn", la fuerte inversión para su mejoramiento no ha dejado conforme por situaciones como la disminución significativa de su capacidad.

En el caso del Parque Carlos Ibáñez del Campo que lleva el nombre del presidente que impulsó el Puerto Libre (1953), antesala de la creación de la Junta de Adelanto de Arica, aunque fue sometido a un proyecto de mejoramiento es evidente su falta de mantención, sobre todo en sus características piletas.

Proyectos

Para el caso de la Piscina Olímpica y el Fortín Sotomayor, el gobierno regional y la Municipalidad de Arica han comprometido esfuerzos y recursos para procurar su mejoramiento y puesta en valor.

No obstante, el arquitecto Eduardo Hoyos, uno de los que estuvo en la ex Junta de Adelanto, al haber trabajado cerca de 10 años en la llamada "Tía Rica" de los años sesenta, reflexiona que "mi impresión al respecto, es que el Estado es un mal administrador; el Estado hace cosas, pero después no las mantiene ni las cuida, no hay plata para ello y esto se me ocurre que pasa porque cuando uno hace una reparación de algo no va a cortar una cinta para inaugurarlo. Lo que es peor todavía, es que hay proyectos que llevan varios años ejecutarse y a ellos les gusta cortar la cinta cuando se recibe y si no se terminan en el periodo cuesta que se hagan".

Tarea pendiente

Por ejemplo, resalta que ha costado y seguirán pendientes las obras de una futura Casa Consistorial o un edificio propio para la intendencia regional que albergue a la mayoría de las seremis.

Para el profesional, la Junta de Adelanto debe ser recordada como algo "que se hizo en el país con una administración totalmente descentralizada que los gobiernos regionales debieran ser así, pero contando con recursos fijos; en ese tiempo los fondos de la JAA nacieron del IVA, se vendían autos, televisores, etc.,y todo ese impuesto que hoy equivale al 19 por ciento quedaba en Arica, además de algunos derechos de Aduana que tenían que ver con las mercaderías hechas acá".

Cómo fue que resultó esto con fondos millonarios, el mismo arquitecto Eduardo Hoyos, explica que "en esto no participaron los partidos políticos, ésa es la diferencia, porque el consejo de la Junta de Adelanto, estaba compuesto por representantes de la agricultura, minería, comercio, ferrocarril Arica a La Paz, del puerto, un representante de los obreros y uno de los empleados, entre otros; todos los que trabajaban en Arica estaban representados en el organismo".

Impulso

En cuanto a la obra inmensa realizada por la Junta de Adelanto, menciona el arquitecto que hay algunas emblemáticas como el Terminal Rodoviario, financiado por el eficaz organismo descentralizado. También está el Casino que junto con el Hipódromo fueron creados para impulsar el turismo. Asimismo, recuerda como gran aporte la construcción del estadio como una manera de apoyar a los "quijotes" de la Comisión Organizadora de la Subsede Arica del Mundial de Fútbol de 1962, que ante la deserción de Antofagasta, propusieron al dirigente Carlos Dittborn que Arica fuera una de las subsedes del magno evento deportivo.

No obstante, Eduardo Hoyos lamenta que "ahora lo mataron al estadio porque lo achicaron en cuanto a capacidad y no se pueden hacer los partidos de antes de nivel mundial".

Menos el morro

En definitiva, resume que gran parte de la infraestructura de la ciudad incluido lo realizado por el Plan Andino, obedece a la labor de esta entidad, la cual parece haberlo hecho todo en Arica.

Y sobre eso, recuerda una anécdota del entonces gobernador Antonio Encina, famoso por su característico sombrero, al cual un día le preguntaron "¿pero qué ha hecho la Junta de Adelanto, gobernador?" y la respuesta no demoró, afirmando la autoridad "la Junta lo ha hecho todo, menos el Morro de Arica".

La concejala Elena Díaz, de su lado, cuando fue alcaldesa, le correspondió ocupar el cargo de vicepresidenta de la JAA de acuerdo al organigrama donde el gobernador era el presidente.Ella manifiesta que efectivamente hay obras creadas por esta entidad que necesitan remodelarse y que "justamente hay un proyecto para la Piscina Olímpica donde yo propuse dar, además, un espacio para los adultos mayores y niños".

Sobre la añorada Junta, acota que "se trabajaba por Arica sin colores políticos y por eso se avanzó tanto".

Libro y legado

En este contexto de valorar lo realizado, y en el afán de indagar más y preservar este legado de la Junta de Adelanto de Arica, la Universidad de Tarapacá a través de su Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas, lanzó el libro "Junta de Adelanto de Arica (1958-1976). Experiencia, Documentos e Historia Regional", obra de los académicos Rodrigo Ruz, Alberto Díaz y Luis Galdámez, que aporta significativamente a difundir lo realizado en forma inédita en el país por este organismo autonómo y descentralizado.

Ruz explicó que hay varios objetivos como son difundir esta obra, activar la nostalgia por el pasado "con un afán provocador que despierte en el lector una evocación del pasado mirado con seriedad analítica y que ponga en relieve procesos exitosos de gestión política, económica y administrativa".

Por su parte, el académico Alberto Díaz, señala que "Arica antes de la Junta de Adelanto y del Puerto Libre era una pequeña ciudad con raíces coloniales, pero a partir de la medianía del siglo XX, con los proyectos cambió su fisonomía y se construyeron edificios, barrios, escuelas, el Puerto, el estadio, etc".

Acerca de cómo acercar a las nuevas generaciones al conocimiento de este legado, el historiador afirma que "es un desafío no menor el que las nuevas generaciones acudan a los repositorios donde se encuentra la documentación y el pasado, pero también a hablar con las personas mayores, los abuelos, porque la memoria histórica no sólo está depositada en los archivos, sino que está muy presente en las mujeres y hombres que han vivido a lo largo del siglo XX y la Junta de Adelanto tiene ese punto de inflexión, porque permitió que de ser una comunidad pequeña se transformó en una urbe multicultural".