Hasta hace unos años, los postulantes a un trabajo mencionaban los beneficios, los espacios para almorzar y el horario de salida, como factores decisivos en su elección. Hoy ya no es así y muchos valoran más el ambiente laboral y el equipo humano con el que ejercerán su función. Y es que una nueva generación de trabajadores ha tomado las habilidades blandas como prioridad.

Según una encuesta realizada vía online a 1.500 trabajadores a nivel nacional, por la empresa de recursos humanos, Adecco, el 39% de las personas cree que la principal clave para ser feliz en el trabajo es poder realizar sus funciones en un grato ambiente laboral.

De acuerdo al estudio, este factor está sobre de la realización personal, que un 23% la ubicó como prioridad, seguido por la recepción de un buen salario (19%) y la estabilidad laboral (19%).

"Esto se da principalmente porque los trabajadores, sobre todo de las generaciones más jóvenes, más allá de buscar un alto sueldo, se sienten motivados por lograr su satisfacción personal, independiente de las funciones que realicen, sea en un trabajo permanente o por proyecto", explicó la directora de marketing de Adecco, Nicole Papazian. Agrega que esto se debe porque si se pondera "la cantidad de horas que las personas permanecen en sus puestos de trabajo, es fundamental que puedan relacionarse en un positivo clima laboral, rodeados de equipos de trabajo amistosos y a la vez eficientes".

De hecho, varios estudios relacionan ambos conceptos: la eficiencia laboral y la felicidad.

Cambio generacional

El director ejecutivo de Laborum, Néstor Milano, dice concordar con los resultados de la encuesta y asegura que esto se debe a un cambio generacional.

"En el pasado los empleados le daban prioridad al dinero y a la estabilidad. Ahora, para la generación millennials (de veinteañeros, principalmente), la felicidad es mucho más importante", dice. Milano ejemplifica esto mencionando que hace poco "una empresa me contó que tenían un joven que se había cambiado, porque en un lugar había ducha y él se iba en bicicleta". Dice que la diferencia también está en que hoy el trabajador de 50 años en lo único que piensa es en cómo quedarse, porque sabe que cambiarse es difícil, recalca.

"Antes los empleados daban prioridad a la estabilidad. Para los millennials la felicidad es más importante".

Néstor Milano,, director Laborum .

Un reciente informe elaborado por The Institute for the Future llamado "Future Skills 2020" (Las habilidades del 2020) identificó claves que necesitarán los trabajadores en el mundo para seguir vigentes en el corto plazo.

La consultora Elsa Homme, de Randstad, comenta que el sense making, una de las habilidades tratadas, es la capacidad de una persona para 'conectar los puntos' y 'entender las señales' del mundo que le rodea, pudiendo darle sentido y poner en marcha nuevas ideas, que es lo que caracteriza a las personas más creativas.

Otra característica que se detalla en el estudio es la inteligencia social, que hace hincapié en la cooperación y en las relaciones interpersonales. "Entender las emociones de los demás y conectar con ellos es de crucial importancia y en los negocios y permite hacer las preguntas correctas", dice Homme.

Por otro lado, como las empresas que quieran destacar tendrán que invertir en presencia digital, los profesionales deben hablar el lenguaje "media", aspecto en el que la llamada generación Z, la que viene después de los millennials, lleva ventaja. "Sus miembros han nacido con la tecnología bajo el brazo y están acostumbrados a las interacciones sociales mediante medios virtuales, es decir, dominan el lenguaje digital de forma nativa, algo que cada día tiene más importancia en el mundo laboral", dice la especialista de Randstad.

Añade que será fundamental adoptar varios puntos de vista, sirviéndose de un enfoque más general de las situaciones, con el objetivo de ver un problema con perspectiva y conseguir solucionarlo creando algo nuevo, una capacidad que los expertos llaman transdisciplinaridad.

"Las competencias multiculturales son imprescindibles para aceptar las diferencias", finaliza la experta.