Secciones

Prevenga que sus hijos sufran accidentes en casa

Enfermera entregó consejos sobre las precauciones que se deben tener para evitar caídas, quemaduras y asfixias.
E-mail Compartir

Durante los primeros meses de vida, regurgitar es frecuente en los niños, sin embargo, constituye un riesgo cuando están solos en sus cunas ya que pueden asfixiarse. Para evitar esto, la enfermera aconsejó que la cama de los niños estén inclinadas (dede la cabecera) en 30 grados, de tal forma que dicha posición impida que se ahoguen.

"El niño debe estar acostado de forma lateral, nunca de espaldas ni de forma ventral ya que si llega a regurgitar un poco de leche, puede ser una causal de asfixia", agregó.

Un cuidado al cual quizás no se da importancia pero que se debe tener en cuenta es evitar sostener alimentos o bebidas calientes cuando se tiene a los niños en brazos. Díaz remarcó que esto es causal de quemaduras considerando que muchas veces los niños se mueven y hacen que la madre o padre derrame el contenido caliente sobre ellos.

Asimismo, recomendó no dormir con los niños ya que han ocurrido casos en que los padres aplastan o asfixian a sus hijos sin darse cuenta.

Crece el riesgo

Con el paso del tiempo los riesgos van en aumento ya que a partir de los seis meses se incrementa la movilidad. En ese sentido, la enfermera dijo que cuando los niños comienzan a sentarse o gatear no hay que dejarlos solos en la cama ya que podrían caerse.

"En la casa no deben haber elementos que puedan ocasionar un accidente en el niño, por ejemplo, manteles largos, elementos que se quiebren y que estén a su alcance, o las plantas que pueden comérselas. Hay que tener cuidado con los medicamentos, tratar de no tener muebles con puntas demasiados agudas y tapar los enchufes", acotó.

Para quienes viven en departamentos, recordó que se debe tener cuidado con las escaleras así como con los balcones y las ventanas. A estos últimos se deben colocar mallas para evitar caídas.

"En la casa no deben haber elementos que puedan ocasionar un accidente en el niño, por ejemplo, los manteles largos".

Marisol Díaz,, enfermera