Hace unos días, el Tribunal Oral en lo Penal condenó al colombiano Michael Andrés González Hoyos por el homicidio de Jimmy Alexis Lovera Paredes la madrugada del domingo 23 de agosto de 2015 en el sector de Los Industriales. Muerte que como todas, enlutó a la familia y a los amigos del entonces joven trabajador de Semillera Syngenta, pero que tuvo un significado mucho más duro para Rosa Paredes, la madre de la víctima.
Esa noche, no era la primera vez que la progenitora del joven de 21 años veía cómo un hijo fallecía de manera trágica, casi entre sus brazos, luego de otro terrible capítulo registrado hace tres años.
La historia de alejandro
El 9 de octubre de 2012 y mientras la familia se desplazaba por el kilómetro 6 y medio del Valle de Azapa, Rosa Paredes estacionó el vehículo a un costado de la carretera para comprar en un almacén.
En eso, el menor de sus hijos, Alejandro (4 años), descendió del mismo station e intentó cruzar la calle, aunque un taxi amarillo impidió que llegara hasta el otro lado del camino, mientras la mujer y su hermano veían cómo el niño se desvanecía tras el impacto del vehículo y minutos después fallecía en el hospital regional.
Resulta que el hermano que presenció toda la secuencia, era el mismo asesinado por el colombiano como se menciona al comienzo de esta nota.
"Se las sufrió todas, porque aparte de ver el accidente, tenía sentimiento de culpa por no haber alcanzado a tomar a su hermano o por último empujarlo para que no fuera atropellado", cuenta la madre.
"Vivíamos en Azapa, porque trabajamos de la agricultura, pero tuvimos que cambiarnos a lo más lejos del valle, por allá por Los Industriales, para que esto no nos trajera más recuerdos trágicos. Pasa un par de años y allá mismo me matan a mi otro hijo. Imagínese".
- ¿Cómo es eso que su hijo (Jimmy) tenía sentimiento de culpa con la muerte de Alejandro?
- Porque él decía que lo pudo haber agarrado antes del atropello. Mi hijo estaba tan afectado, que llegó a dormir al lado de su tumba. No podía salir del bajón, pero justo cuando se estaba recuperando, un extranjero lo mata.
- Hace poco condenaron al homicida de su hijo. ¿Siguió el juicio?
- Claro, pero estoy absolutamente disconforme. La Fiscalía quería 15 años de cárcel, pero el tribunal ordena 8, porque tenía irreprochable conducta. Claro, este joven tenía 15 días en Chile, cómo no iba a tener irreprochable conducta anterior.
- A pesar de todo, como familia se notan bien enteros después de la muerte de dos hijos, más aún de la forma en que ocurrió todo.
- Somos unidos y eso nos hace fuerte. Tengo el recuerdo de ellos, de mi Pepito (Alejandro) y de Jimmy. Veo sus fotos, lo que hacían, pero sé que nadie me los devolverá. Por lo mismo creo que mi único consuelo se volverá realidad cuando esté con ellos.