Los Influenciadores: Se confía en ellos como si fuesen amigos
Cuatro de cada 10 usuarios aseguraron haber comprado en línea un producto después de haber visto que era usado por éstos en las redes sociales.
Las recomendaciones de personas que inspiran confianza pueden tener una alta influencia en las decisiones de compra de productos o servicios. Para tomar una buena decisión, los consumidores preguntan a quienes tienen alrededor sobre el mejor producto o su experiencia con una determinada marca.
Hoy en día Internet ha hecho que se tenga acceso a muchas más fuentes de información sobre los productos. Se puede acceder a todo tipo de reseñas y opiniones, desde las de clientes hasta las de expertos.
Y los usuarios cada vez confían más en los influenciadores que encuentran en Internet, algo a lo que las marcas tratan de sacar partido.
Daniel Halpern, académico de la UC y director del think tank Tren Digital, comentó a La Estrella: "A las personas lo que más les interesa no viene de una fuente experta, sino que la experiencia de usuario común y corriente. Cuando está validada la confianza ya importa un poco lo mismo de dónde venga, quién sea la fuente. Y estas recomendaciones pueden ser chequeadas informándome con lo que opinan terceros".
Según un nuevo estudio de Twitter y la empresa de soluciones de marketing Annalect, cuatro de cada 10 usuarios aseguraron haber comprado online un ítem después de haberlo visto usado por un influenciador en Instagram, Twitter o YouTube. Además, el 20% compartió desde su perfil algún producto o servicio que había visto en el canal de un influenciador.
Gonzalo Jiménez, gerente de soluciones de la agencia de marketing digital Radar, dijo a La Estrella: "Los influenciadores están llevando a que el consumidor se convenza mucho antes de comprar un producto. El consumidor está dispuesto a escuchar las recomendaciones que antes eran privadas y que hoy son públicas."
Son gente corriente
Los influenciadores dejan fuera de juego a los rostros famosos. Son ya casi tan respetados como amigos y conocidos, y esto se debe a que seguir un perfil en Internet da una sensación de cercanía y honestidad que las figuras públicas no suelen tener.
Y así, a pesar de que durante el pasado siglo se erigió el reinado de famosos y celebridades, Internet dio un vuelco a la situación.
A raíz del boom de blogs y redes sociales, la influencia se ha descentralizado, y los que consiguen influir en las decisiones de compra no son los famosos tradicionales, sino blogueros, tuiteros, youtubers o instagrammers especializados, con millones de seguidores.
Es decir, una "persona de a pie", pero una que ha logrado convertirse en referente en una temática concreta.