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El drama de los que llegaron a la calle por el flagelo del alcohol

De las cerca de 400 personas que están en situación de calle en la ciudad, más de 100 son individuos que padecen de la adicción y tienen una grave dependencia por factores emocionales.
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"Andresito", como muchos le dicen en el sector donde limpia autos, cercano a la parroquia Virgen de las Peñas, no recuerda cuándo comenzó a vivir en la calle producto de una fuerte adicción al alcohol.

Sí tiene claro que por esta razón, perdió su trabajo y luego a su familia, que radica en el sur de Chile.

Algunas veces piensa con nostalgia en ellos y se nota en sus ojos la emoción, pero reacciona afirmando "yo elegí esta vida y sólo sería un estorbo de volver para allá".

Sobre cómo es su vida en la calle, cuenta que nada de fácil e incluso en el parque al frente de la parroquia, un domingo cualquiera vio morir a uno de sus compañeros de ruca.

"Dijeron que fue por una cirrosis o algo así, sé que tomaba más que yo, pero me dio pena porque nadie se hizo cargo, ningún familiar, creo que él era de Iquique", señala Andresito.

Para sus necesidades más básicas, está más que agradecido del apoyo que le da el comedor "Cenando con Dios" de la parroquia Virgen de las Peñas, ya que todos los lunes recibe una comida caliente junto a todas las personas en situación de calle del sector.

- ¿Y dónde duerme para evitar el frío?

- Donde sea, aunque tenemos unas rucas o debajo de las mismas bancas del parque; el clima es bueno acá, pero estos días han estado raros.

- ¿Por qué no ha buscado ayuda o irse a uno de los hogares o centros de ayuda?

- La verdad es que estuve asistiendo a uno, pero no podía con el copete y salía a tomar lo que fuera, era demasiada la ansiedad y desesperación.

- ¿Pero, cómo obtiene el dinero para beber?

- Las monedas caen limpiando autos y alguna ayuda que recibimos de buenas personas, y compartimos las cajitas de vino.

Una dura realidad

En Arica, de cerca de 400 personas que están en situación de calle en la ciudad, más de 100 son individuos que padecen de la adicción al alcohol y tienen una grave dependencia por factores emocionales que les impiden insertarse en la sociedad.

En la ciudad son conocidos los puntos donde los llamados "turquitos" se juntan a tomar y pedir monedas, tanto en el centro de la ciudad como en poblaciones.

En el caso del centro, calle Baquedano entre Maipú y O'Higgins es uno de los sectores en que desde hace bastante tiempo sujetos alcohólicos se toman la calle y junto con dedicarse al consumo, hasta suelen hacer sus necesidades biológicas. Tanto la Cámara de Comercio de Arica como los locatarios de Cosmocentro (centro comercial del sector) han denunciado el hecho que atenta al turismo y ventas.

El otro sector céntrico conocido por la presencia de los dependientes es la plaza ubicada en calles Maipú con Silva Arriagada a pasos del Hogar de Cristo de 18 de Septiembre.

En el lugar hasta hace unos meses, vivía y dormía sobre un colchón un anciano alcohólico que después falleció. El mismo Hogar de Cristo aclaró que muchas veces se ofreció ayuda, pero el hombre gustaba de vivir en la calle y no era sociable.

En la actualidad, se mantienen varios de ellos en el lugar dedicándose a labores de limpieza de autos, quienes aseguran "no hacemos mal a nadie y sólo estamos un tiempo acá ganando unas monedas".

En las poblaciones es común ver a personas de avanzada edad con la enfermedad del alcoholismo, en sectores como calle Pedro Aguirre Cerda con Juan Antonio Ríos que solicitan ayuda en dinero a los automovilistas que transitan por el lugar.

Vecinos cuentan que por los alrededores, en especial, el lecho del río San José, habitan estas personas en muy mal estado de salud y expuestas a sufrir las inclemencias del tiempo cuando las noches se ponen frías.

Uno de los vecinos manifestó que "hay casos dramáticos, como un viejito que supimos que pertenecía a una familia muy conocida de la ciudad y que incluso estudió en un colegio particular, pero la afición al alcohol lo perdió".

En otras poblaciones como la Tucapel, hay lo que se llaman "caletas", donde se reúnen a tomar en grupos y aunque no son agresivos, igual la gente les tiene algo de temor porque esto lo asocian a otros delitos como la droga.

Preocupación

Julio Verdejo, seremi de Desarrollo Social de la región de Arica y Parinacota, explica que "lo primero a decir es que el Estado se va a preocupar de los chilenos cuando están en situación de vulnerabilidad y lo más importante en este caso es que tenemos dispositivos reforzados en invierno para población en situación de calle".

No obstante, el seremi expresa que aunque existan estos programas, "tú eres el dueño, el que decide en definitiva lo que haces o no con tu vida, pero nosotros tenemos que generar las condiciones para mejorar las capacidades de estas personas de decidir y para eso tenemos el Centro de Día, la hospedería Noche Digna, el plan de invierno, y esto no sólo es una ayuda material, el abrigo, sino que también el apoyo sicosocial y laboral de tal manera de poder ir generando condiciones para que las personas puedan identificar algunas metas en su vida".

Julio Verdejo señala que lo que se busca es hacer una derivación médica de tal forma que a través de las entidades especializadas puedan lograr superar su situación de adicción y en ese sentido, Senda, Servicio de Salud, cumplen esta labor específica que es la prevención terciaria.

Acerca del porqué se permite que estas personas alcohólicas en situación de calle permanezcan en tan lamentable estado, el seremi reitera que el Estado no puede intervenir ante decisiones personales. Lo que sí deja en claro es que "no porque están en situación de calle son delincuentes, ese concepto hay que erradicarlo completamente, eso no es así. Se trata de un ser humano igual que todos nosotros que ha caído en una situación de dependencia emocional que mira la vida en forma distinta y por eso el Estado está obligado por distintas convenciones de derechos humanos a apoyarlo en particular".

El seremi agrega que puede haber personas que cometen delitos, pero la tasa no es más alta que la de la población normal y en consecuencia "no creo que haya que estigmatizar de esa forma a estas personas".

Sicologo

El sicólogo ariqueño Sergio Redunante, analiza la situación de la gente alcohólica en calle, afirmando que "muchas veces esto no responde a falta de redes de apoyo familiar, pero no se puede obligar y son ellos los que deben tomar la decisión".

Para el profesional, las causas de esto van porque "un número considerable de estas personas caen en esto por factores sociales al querer desvincularse de la maquinaria social, de las responsabilidades como el trabajo y eligen dar un paso al costado ante lo que tienen que responder como sociedad".

Entonces, afirma que "el consumo se debe entender como un escape de lo diario, a los problemas y el alcohol los lleva a no estar presentes en la sociedad al igual que otras drogas". Redunante analiza que "para una persona que elige esta vida es difícil retornar al ritmo de vida y lo social, no responden y prefieren este estilo de vida".

A su vez, considera que esto no pasa por clases sociales determinadas, ya que supo de un caso de un ingeniero que decidió vivir en la calle por un quiebre amoroso, pero esta causa no se puede generalizar y más bien el detonante de estas actitudes son quiebres emocionales.

También, señala que la vida actual con las presiones y el endeudamiento provoca que los fines de semana algunos se desestresan consumiendo alcohol para relajarse y evadirse, hasta llevar otra vida en casos extremos como los alcohólicos en situación de calle. Por último, el sicólogo estima que "un buen apoyo es conocer las redes sociales y sistema público social que se está llevando a cabo ahora con los programas como los hogares de acogida, pero siempre la decisión final será de la propia persona".