Las manecillas marcaban las 22 horas en punto, cuando ya se comenzaban a oír en las afueras de la sala de ensayo los primeros acordes del clásico 'Never Tear Us Apart' de INXS, vaticinando lo que sería el esperado regreso del estandarte rockero nacido en Arica a fines de la década de los '80: La Möle.

A estas alturas, para el quinteto resulta un trámite interpretar a la perfección las composiciones que forman parte de un extendido setlist, que evoca la nostalgia encarnada por la generación ochentera y el remanente que, aún en 2016, frecuenta los distintos bares del circuito underground local.

Son en estos espacios sagrados dedicados al recuerdo donde aterrizan las tertulias con sentido de pertenencia y que anhelan, entre conversaciones de medianoche, cigarros y una cerveza helada, traer de vuelta testimonios de una civilización amante del cassette, las blusas con hombreras y pantalones amasados, las zapatillas North Star, los flippers, el Atari, y, por supuesto, la buena música.

Y es aquí el momento preciso en que La Möle perpetra su entrada triunfal, recogiendo a los heridos de batalla y aplastando la esencia comercial del enemigo radial con la sonoridad característica que los hizo populares desde sus primeras giras, consumadas en 1989.

Del antes y el después

Jorge Rojas (guitarra), John Rojas (voz), Álvaro Tobar (bajo), Cristian Longa (batería), y Fabián Iturriaga (teclado) forman actualmente las filas de la agrupación que hoy vuelve a los escenarios de manera oficial, celebrando 27 años de trayectoria musical.

Lamentando el sensible deceso del estadounidense Prince y comentando una que otra anécdota tras el término de otro single, incluido en la presentación que hoy ofrecerán en el bar Ninguna Parte a partir de las 23.30 horas, los liderados por el emblemático frontman John Rojas -que dicho sea de paso, conserva el registro vocal que lo instaló en el salón de la fama ariqueño, como uno de los mejores cantantes de la zona-, se toman un respiro para, entre otras cosas, relatar cómo lograron el punto de inflexión en la escena musical nortina.

"En aquellos tiempos, rogábamos porque existiera una tienda que nos permitiera adquirir instrumentos y así poder tocar. Todo era más difícil, pero tenía más corazón: había que pararse al pie del cañón si querías irrumpir con la música, sobre todo porque los medios de comunicación de la época no tomaban en cuenta lo que veníamos haciendo, motivo que nos instó a seguir generando ruido, situación que finalmente ocurrió", comentó el fundador de La Möle, Jorge Rojas.

Redes e influencias

Consultando a John respecto de qué piensa sobre los avances tecnológicos que mantienen a Facebook como una de las principales plataformas de difusión para los nuevos artistas nacionales, el otrora vocalista de Vértigo declaró que "Sin duda alguna, ha sido un despegue tremendo para quienes forman grupos por estos días (…) Sin embargo, mi postura aplaude a las bandas que se forman en las calles, tocando harto, ya que el manejo en vivo y la experiencia se adquiere ahí, y no detrás de un computador".

En este sentido, y acerca de las nuevas influencias que hoy por hoy abraza La Möle, el bajista Álvaro Tobar sostuvo que "dentro del rock vigente, destaco la presencia de los británicos Muse. Con sólo tres integrantes, el poder que reflejan en vivo es simplemente increíble".

Cristian Longa, encargado de ejecutar los paterns en la batería de los ariqueños, aprovechó la instancia para invitar a la vieja escuela del rock a ser partícipe de su espectáculo: "Vamos a mostrar un show de larga duración, repasando los clásicos de los '80 y '90, imperdible para los seguidores de antaño".

"A modo personal, será un honor compartir escenario con estos grandes de la música local; espero que la gente responda y tengamos una gran convocatoria", expuso Fabián Iturriaga, tecladista y la más reciente incorporación de la banda.