¿Primará la cordura?
Hace sólo un par de días en la sala de la Cámara de Diputados se votaron las modificaciones incorporadas por el Senado a la llamada Agenda Corta Antidelincuencia. En estas mismas páginas habíamos comentado las más polémicas de sus disposiciones, especialmente la referida al control de identidad sin indicios, destacando el amplio y transversal consenso (desde Paz ciudadana hasta la Corte Suprema, pasando por todos los académicos de derecho y expertos del país e internacionales) en contra de su implementación. Lo cierto es que, entre otras, se rechazó no sólo esa norma, sino también otras altamente inconvenientes, como las que castigaban los casos de lesiones invisibles contra las policías y las que permitían rendir prueba anticipada y efectuar el juicio simplificado en ausencia del imputado. El proyecto ahora irá a Comisión mixta, donde esperamos que se mantenga el rechazo que estas iniciativas han provocado.
La delincuencia es un fenómeno complejo y multicausal. No podemos predecir exactamente cómo se comportará ante las medidas que se tomen para combatirla, pero lo que sí está claro es que, precisamente por su complejidad, y sabiendo que es considerado por los chilenos como uno de sus principales temas de preocupación, no puede ser abordado con legislaciones de emergencia o que surgen de casos anecdóticos, sino que se requiere escuchar las opiniones de los expertos, analizar la mejor evidencia empírica disponible, y legislar apuntando a las causas más que a los efectos. En resumen, no con improvisadas agendas cortas, sino con agendas de largo plazo bien planificadas y sujetas a evaluación y control.
Parece ser que, al menos por esta vez, la cordura se impuso, y evitaremos la concreción de normas que serían altamente nocivas para la vigencia del Estado de Derecho en nuestro país. Esperamos que la votación final justifique el optimismo.