El turismo ariqueño tiene razones para celebrar, luego de que el balance tras la temporada de cruceros fuera ampliamente favorable a la ciudad y por extensión a nuestra región. De acuerdo al informe tras la visita del Norwegian Sun, el último crucero del periodo que trajo a la zona cerca de dos mil turistas, el aumento de recalada de estos barcos creció en un 50% respecto a la temporada anterior.

De esta manera, Arica se transforma en uno de los puntos de interés más importantes del país para estas naves y sus circuitos turísticos. Más de 16 mil visitantes, entre pasajeros y tripulantes llegaron en esta temporada en las 16 naves que fueron parte de esta temporada 2015-2016.

Junto a esto la temporada arrojó ganancias por sobre el millón de dólares por concepto venta de tours operadoras, traslados, ventas del comercio y otros bienes y servicios que están asociados a las visitas de los cruceros y los miles de turistas que traen.

Y si bien los destinos turísticos más visitados de la región fueron el Lago Chungará, la provincia de Parinacota, Putre, Codpa y la comuna de Camarones, no debemos restar importancia a Arica, que es la encargada de recibir a todos los turistas y es la puerta de entrada a cualquier otros destino en la zona.

El aumento de cruceros y junto a ello, el aumento de turistas, debe llevarnos a plantearnos qué estamos haciendo, como ciudad y como región, para salvaguardar lo que puede ser un nuevo sello para Arica y Parinacota, si de proyectar la zona a visitantes extranjeros se trata y ganar un lugar importante entre los destinos que visitan los cruceros en el mundo.

Nuestra región tiene una serie de potencialidades que se pueden proyectar más y mejor para que no sean sólo el clima o la ubicación, aquellas fortalezas que aún sigan atrayendo a los cruceros. La creación de un concepto que se haga cargo de estas visitas durante las temporadas anuales, debe ser una meta de ciudad.

Un concepto que agrupe desde la arquitectura, hasta la historia, el patrimonio y aquellas particularidades que hacen de Arica una ciudad atractiva, y la mejor puerta de entrada no sólo a la región, sino que a todo el país.

Valores culturales

La dinámica del mundo contemporáneo y los grandes desafíos que se han ido planteando en un vertiginoso proceso de cambios y avances, hacen necesario elaborar una metódica revisión del impacto que ello produce en la sociedad.

Es así que tal vez los esfuerzos más inteligentes que realizan o deben realizar los grandes estadistas, aparte de los comerciales deberían ser los de orden cultural. Esto en el fondo es una constante histórica que las antiguas civilizaciones dieron fe de ello. Grecia y Roma demuestran en forma concluyente la importancia y trascendencia de lo cultural en la historia de los pueblos.

Si bien es cierto que hoy se define a la "aldea global" como algo positivo, unificador y ausente de odiosas fronteras, no debemos olvidar que la cultura es un valor intrínseco que se va conformando por un conjunto de modos de vida que cada pueblo va creando, aprendiendo y transmitiendo de generación en generación, todo a partir de expresiones genuinas que lo identifican como una comunidad singular, especial y diferente de otras. Estos valores, sin embargo, son amenazados por un sinnúmero de "peligros", entre los cuales el excesivo mercantilismo, el consumismo, el hedonismo y el abuso de los cada vez más sofisticados sistemas comunicacionales juegan un rol preponderante, toda vez que tienden a moldear conciencias, con el único propósito de hacer al hombre un objeto de consumos adquiridos, jamás indispensables ni menos necesitados. Con ello comienza a socavarse primero, los valores del individuo, la familia, luego la paulatina pérdida de la identidad propia y de allí la decadencia.

El desarrollo integral de la cultura es el único medio eficaz para mantener valores, sostener principios y conservar puros los hábitos colectivos que son lo que posibilitan que un país o una nación mantenga su unidad, defina sus metas y avance en su desarrollo.