La situación económica del país causa preocupación. Y para añadir un factor muy negativo dentro de ese escenario, en el área de la salud privada, a diferencia de otras isapres que no alzaran los valores de los planes de salud, tres de éstas anunciaron desconsideradamente que subirán entre un 6 y 936%.
Esa indignante noticia afectará los bolsillos de los afiliados. Hay que recordar que los planes de salud están afectados a reajustes por el IPC. Esas isapres sacaron demasiada punta al lápiz para sus cálculos. En consecuencia vendrán avalanchas de recursos ante los tribunales de justicia y apelaciones a la Superintendencia de Salud. Esta está cumpliendo una buena labor hasta ahora, amparando a los afectados, determinándose el congelamiento de las "adecuaciones" de las isapres.
Lo señalado pone de manifiesto la extrema urgencia para que quede listo el estudio de reforma de la ley de isapres, con la finalidad de redactar el proyecto y así sea enviado prontamente al Congreso con carácter de suma urgencia. El sistema de isapres debe estar sometido a una adecuada regulación, eliminando las inequidades. Se reconoce la importancia de esta alternativa para la salud de la población. Se le debe reconocer el derecho a utilidades moderadas, olvidándose de las ganancias colosales de otros años.
Gracias a un fallo del Tribunal Constitucional se declaró "inconstitucional" a las "tablas de factores" que iban progresivamente encareciendo aún más los planes de salud.
Ha pasado demasiado tiempo para estar sujeto a esa ley que precisa una profunda reforma. Los gobiernos y el Congreso tienen una deuda en esta materia. Al Gobierno le corresponde dar prioridad a ese proyecto y que los honorables se dediquen a un arduo trabajo de estudiar, debatir y aprobar la mejor iniciativa, y dar comienzo a un nuevo periodo en la existencia de las isapres.
Mario Zolezzi Velásquez