Manuel Vásquez es jubilado como ex administrativo del ferrocarril y a sus 75 años la sed de conocimiento no lo ha abandonado. Curioso, como se define, ha estudiado y leído incontables veces en su vida, por lo que desde joven el aprender se volvió su más grande diversión, lo que lo llevó a estudiar la carrera de informática en el Inacap y unirse como "mechón" junto a los jóvenes de esta generación.

En casa, el nuevo alumno vive con su esposa y algunos de sus hijos, los que saben mucho más que él sobre el manejo de la actual tecnología, pero Manuel se decidió a matricularse para saber más. "Hace tiempo tenía pensado hacerlo, uno lo posterga año tras año, pero estoy viendo que ya no puedo dejarlo de lado, porque ya no voy a poder caminar con mucha agilidad ni escuchar ni ver bien, entonces yo dije 'este es mi año', un poco más de esfuerzo, si 150 mil sale la matrícula", comentó, aunque al ir a la sede, fue toda una nueva sensación llegar a su edad y pedir ingresar a estudiar, indicando que "todo fue extraño, porque para empezar me dijeron que tenía que ir con el alumno, la niña que me atendió, porque a veces va la mamá con el alumno. Me la tiró así, me la jugó chueco, pero no hice caso. Me miraron como bicho raro, pero yo solo vivo mi mundo y los niños su mundo, todos son mis nietos, así lo dije cuando el profesor me hizo opinar".

Decidido, Manuel no se dejó llevar por la diferencia de edad ni el desafío que era sacar una carrera como informática, a lo que declaró "terminarla a toda costa", unos dos años y medio de estudios para analista programador, en un horario de siete a dos de la tarde y con tres ramos por día, en un curso de 38 alumnos.

Aunque a Vásquez le interesa llegar a ser analista programador, sus intensiones son más bien eruditas, apasionado por aprender, admite que el solo hecho de aprender algo nuevo es lo que lo motiva a tomar desafíos. "Estudiaré informática por una razón. Los conocimientos estan en ser informático, quien no sabe, no sabe o sabe lo de antiguo que para vivir hoy no sirve, el que estudió hace veinte años, no sabe nada, porque se dice que la evolución de los conocimientos se duplican en horas y si no tengo bien manejo de informática, voy a buscar páginas en internet que no sirven, o hay gente mal intencionada que desinforman, entonces el que sabe buscar es el que sabe de informática", explicó.

En clases, la concentración es vital para el nuevo alumno, quien aseguró que la mayor complicación es aprender sobre como manejarse en los sistemas de la institución, ya que el intranet y el compartir información mediante correo es un tema complejo en el inicio de sus nuevos estudios. Pese a ello, Vásquez no planea retirarse. "Un jefe de Ferrocarriles, donde trabajaba, me dio muchas facilidades. Dijo que me dedicara a estudiar, porque tenía buena cabeza. Le hice caso, siempre estaba preguntando. Ahora, cuando mis nietos van al colegio, les digo que si yo aprendí, cómo no van a aprender ellos, que son jóvenes".

En casa, el apoyo de su señora, hijos y nietos es total, "ellos saben que me gusta estudiar y siempre compro libros, que se están agotando porque ya el conocimiento no está en libros. Tengo mi pc, uno viejo y uno nuevo, que me salió cuarenta mil con impresora y con todo, el viejo ya tiene 15 años, sigue teniendo xp, pero a muchos les gusta" indicó.

No es primera vez que Manuel se ha aventurado al estudio. Dibujo Técnico y Contabilidad ya han sido parte de su curriculum académico, además de Derecho, pero de forma no oficial. "Yo quería saber de qué hablaba la gente que sabía. Tenía tantas ganas de estudiar, que pedí permiso a los profesores de un Magíster en Derecho para ir de oyente. Jamás iba a ser abogado, pero quería estar ahí. Fui los dos años", contó.

Ya con alrededor de quince días de clases, Manuel confiesa que no asistió al principio al no estar inscrito, por lo que ha tenido problemas para ponerse al día con la materia, donde incluso aseguró que se perdió agendas y otros objetos que les entregan, además de complicarse con las pruebas, que ya están próximas a realizarse. "Esta semana será mechona, pero la que sigue ya iniciarán las pruebas".

Manuel no solo estudia, si no que disfruta de cultivar en un terreno en Cerro Sombrero, su meta ya no es ganar dinero, pero sí adaptarse al nuevo mundo del que él no se siente parte.

Ahora, sentarse en el aula es su prioridad y aunque admite que es de otro tiempo y prefiere dejar a sus compañeros más jóvenes que compartan entre ellos, la guía que le brindan ha sido vital para superar una meta que recomienda a todo aquel que se interese por estudiar, ya que aseguró que el invertir en esto, (porque no tiene crédito ni becas) hace de su vida de jubilado algo más divertido.