El notable poeta Nicolás Guillén definía a su Cuba natal como " un largo lagarto verde, con ojos de piedra y agua "; Barack Obama habrá tenido la ocasión de contemplar desde el aire lo certero de esa definición y apreciar el hecho de ser el primer presidente norteamericano después de Calvin Coolidge, que llega a La Habana sin un acorazado con marines frente al Malecón.
Gesto de coraje de Obama que honra su raíz africana y sus convicciones democraticas.
Para los que hace un buen tiempo atravesamos el valle de los cincuenta es nostálgico comprobar como la historia se vuelve circular con este regreso norteamericano a la Perla de las Antillas, empiezan a quedar atrás las historias románticas de los barbudos, empiezan a quedar atrás los sueños latinoamericanos de una sociedad diferente, empiezan a sentirse los huesos envejecidos de las proclamas incendiarias, pero sobretodo empiezan a desvanecerse las ilusiones que poblaron tantos sueños..
Caída la Unión Soviética que era el sostén económico de la economía los cubanos tuvieron que enfrentar las extremas privaciones de lo que se llamó"el período especial" lo que llevó a la necesidad de tener que abrir la isla al turismo y aceptar las manadas de europeos que venían a conocer la historia de cerca, sus sabores antillanos y no solo el sabor de la música y del paisaje y de la comida,
Alguien dijo alguna vez que la necesidad tiene cara de hereje...
Finalizado el apoyo venezolano, frágil sustituto del apoyo soviético, ha llegado la hora de que en nombre del realismo vuelvan los norteamericanos, los discursos ampulosos del "regreso a la patria latinoamericana " de la inútil OEA, y sobretodo los vuelos directos, los charters, los Mc Donalds y la comida chatarra, los turistas que lo coparán todo, ha desaparecido el impuesto al dólar, desapareceran los CUC´s, ya la cadena Sheraton anuncia inversiones para que los españoles de Meliá no se sigan llevando la torta grande, esperarán tener mejor suerte que los Hilton de los sesenta que la revolución expropió.
Pero desde este rincón sudaca nos quedará la ilusión de que ninguna apertura económica le pueda quitar al pueblo cubano su educación de primerísima calidad, su medicina para todos, su alegría de vivir por encima de las privaciones y sobretodo esa dignidad de pueblo libre, generoso y amistoso.
Parodiando a Guillén solo decir " al pié de cocoteros y guitarras, bajo la brisa y frente al mar, que suave honor andar del brazo, brazo con brazo del tío Sam "
José Luis Torres Espinoza