Un trabajo que se agradece con el batir de colas
Paseadores de perros cuentan el divertido y sentimental trabajo de brindar libertad y felicidad a los más peludos integrantes de una familia.
Para algunos una alternativa para aprovechar el tiempo y ganar dinero, para otros un servicio de amor y educación. La verdad de los paseadores de perros, aquellos que prestan el - en principio - simple trabajo de sacar de paseo a una mascota no es tan fácil ni sencillo como parece, puesto que los mismos que lo ofrecen han contado el camino la confianza no solo de los dueños, sino que de los mismos perros, sus principales y más queridos clientes.
Diego Mancilla y Margarita Campos son una pareja que inició su pasión luego de perder a su perrita, la que falleció luego de recurrir a dormirla por su avanzada edad (a los 15 años) luego de ello, en octubre de 2015, comenzaron con el sencillo negocio, que luego se convirtió en todo un estilo de vida. "La pena de mi señora era muy grande, entonces un día alguien nos sugirió hacer una actividad relacionada con animales, entonces se nos ocurrió esta idea, uno por el clima y por la cantidad de perros, que son bastantes y la tenencia de mascota es responsable, por lo que decidimos empezar este negocio, para darle un mayor servicio, nuestra primera cliente fue en diciembre", comentó Diego, quien junto a su pareja son de los mejores preparados a la hora de dar un paseo, equipándose con todo lo necesario para una grata caminata o trote. La pareja, quienes llaman a sus clientes sus "niños", esperan no solo contentar a su cliente humano, sino que dejar más que feliz a los perros, consiguiendo correas con luces nocturnas, a forma de iluminarlos como las bicicletas, bolsas especiales para recoger residuos y es que ambos aseguran que no solo se trata de dar un paseo.
"Nuestros paseos duran alrededor de una hora, pero nuestro requerimiento es poder conocer al perro por lo menos una media hora ante para conocer al dueño y al perrito, para saber sus gustos, comportamiento en la calle, porque intentamos mejorar su conducta, qué tipo de agua toman, pedir que no se les dé comida antes de una actividad de trote, porque les puede hacer mal, hacemos paseos peatonales y grupales, porque su naturaleza es estar en manada, además prestamos servicio de guardería en nuestra propia casa".
Margarita y Diego contaron sobre sus primeros clientes, aquellos que sin la costumbre ni el conocimiento, debieron ganarse el cariño a paso lento y recuerdan en especial a la pequeña "Samantha" la perrita desconfiada con la que iniciaron y tuvieron un encuentro "la Sami era bien arisca con nosotros, no hacía caso, pero ahora nos ve y ahora es un amor, celosa con otros perros y personas, no es por desmerecer a los dueños, pero ella nos llegó a querer al punto de que gruñe y no deja acercarse a otro".
Perros como un San Bernardo de ocho meses, que ya le llega a la cintura, o diminutos ShihTzu, o los beagle, incansables, exploradores y muy juguetones como ellos solos, como los más comunes dentro de sus clientes, pero aseguran no tener problemas a la hora de pasearlos, solo se trata de dedicación y cariño al compartir con el perro.
Víctor Ceballo, originario de Los Sauces, en la Novena Región, llegó a Arica por motivos laborales. Siendo militar, encontró que el servicio de paseos de perros era una gratificante experiencia que podría darle dinero extra, además de aprovechar el tiempo al hacer ejercicio junto a ellos. Su idea, es la de quitarles el estrés del encierro y aprovechar esa energía para trotar junto a ellos. "Vivo con mi pareja en una parcela junto a cinco perros, notamos que me llevaba bien con los perros y se nos ocurrió la idea".
La mayoría de sus clientes son personas sin tiempo o el ánimo de pasear a sus perros, personas sobre los cuarenta años que llegan cansados del trabajo, por lo que aseguró que él es una alternativa para ellos, pero además se ha encontrado con emociones con los perros, recordando el caso de uno de ellos. "Había uno que cuando quería jugar o quiere atención y no se la daban, empezaba a echar gases" comentó Víctor.
Diego y Margarita se han encontrado con la suerte de tener clientes responsables y Víctor más bien indicó que ha notado como muchos de ellos son dueños sin el conocimiento necesario para cuidar mascotas, pero todos concuerdan en que existe mucha irresponsabilidad al solo querer un perro. "Muchos compran y no tienen idea de perros, creen que es solo darles agua y comida" indicó Víctor, mientras que Diego comentó "no piensan en ellos como uno más de la familia, falta una educación en la manutención de perros y se apoyan muchas veces de la existencia de las sociedades de ayuda a los animales para dejarlos en las calles, porque saben que les darán comida".
No solo dinero y un grato momento es lo que los paseadores de perros se llevan a sus casas, ya que aseguraron que el compartir con las mascotas les ha servido tanto a ellos de forma emocional ya que cuentan lo mucho que cuesta entregar a un perro con el que sienten un especial vínculo, como a los perros que en ocasiones suelen ser agresivos, o poco tolerantes a otros según sus dueños, pero que a los pocos días se vuelven amigables al compartir y disfrutar de la libertad de la playa, parque o plaza.
Ahora Diego y Margarita tienen en vista un nuevo proyecto, cosa de mejorar sus servicios, siendo llamados por sociedades de ayuda a animales, peluquerías caninas, veterinarias y centros de estética, su objetivo es primero implementar un servicio de paseo con caninos en bicicleta, lo que esperan se haga realidad en los próximos meses, pero no solo queda ahí el sueño, ya que su más ambiciosa idea es la creación de un centro de recreación para mascotas, el que ofrecerá amplios espacios de juegos, actividades y cuidados, todo con la intención de dejar una huella en lo que respecto al cuidado de perros y por sobre todo a educar que una mascota es un miembro más de la familia.