Bienvenidas a estudiantes
Se ha hecho costumbre que el paisaje urbano de marzo tenga entre sus participantes a decenas, quizás hasta cientos de jóvenes que deambulan por la calle sucios, malolientes, manchados, pintados y vestidos sólo con bolsas de basura. Son los "mechones", los debutantes de la educación superior, que son víctimas de esta tradicional forma de darles la bienvenida.
Muchachos y muchachas deambulan así por las calles pidiendo limosna en condiciones lamentables, como siempre, en una situación a todas luces, indigna. Es cierto que año a año, los planteles de educación superior están enfocados en terminar con estas bienvenidas para los alumnos de primer año que en ocasiones resultaban invasivas, sexistas y hasta violentas.
Por ello, realizan campañas para incentivar celebraciones creativas, innovadoras y en un marco de respeto. Y hay casos en los que los "mechoneos sociales" o que aportan a la comunidad, han ganado espacios.
Durante su nacimiento, los mechoneos pretendieron ser -y por décadas lo fueron- un recibimiento alegre, divertido e ingenioso, que los alumnos antiguos de cada carrera daban a los recién ingresados, pero desde hace varios años cayeron en excesos y el mal gusto.
¿Son los mechoneos bromas o bullying? Esta fue una de las preguntas de un sondeo realizado el año pasado por la red Universia y Trabajando.com. Un 50% opinó que estas prácticas conllevan alguna consecuencia para quienes las sufren, un 17% señaló que producen daños físicos y un 13% apuntó a otras secuelas. Lo cierto es que no hay que esperar que en nuestra ciudad se registre una tragedia para reconocer la serie dad de estos hechos.
Cada año vemos la falta de imaginación que exhiben los futuros profesionales ¿Hasta cuándo? Hasta que las autoridades académicas digan basta. La gente está cansada de esos abusos y de un espectáculo denigrante que no se condice con la formación de valores que deberían tener, en sus hogares y en su lugar de estudios, los jóvenes que son considerados la materia más selecta de nuestra sociedad.