Fue una de las varias fiscalizaciones que realiza Gendarmería al interior de la Cárcel de Acha, en la que los funcionarios se toparon con una enorme sorpresa.
En horas de la tarde, y justo cuando el personal llegó hasta una celda del módulo B-3, específicamente en el Centro de Detención Preventiva, notaron un barrote cortado de la ventana de la celda.
Como el asunto levantó mayores sospechas, los gendarmes fueron más allá y se toparon con una araña adosada a un cordel de confección artesanal, con serias intenciones de lograr una fuga, la que finalmente no pudieron lograr los dos reclusos involucrados en el tema.
El hecho fue detectado cuando personal del Grupo Apoyo Reacción Primaria (GARP) Oficina Seguridad Interna (OSI) y de diversas unidades del recinto, desarrollaron el registro y allanamiento del módulo, encontrándose en una celda del cuarto nivel y dentro de un bolso, una araña metálica adosada a un cordel de confección artesanal, cuya extensión era de 18,5 metros y un barrote de la ventana cortado.
El director regional (s) de Gendarmería, coronel Alejandro Rodriguez Barrientos destacó que para el resultado de este procedimiento, fue vital el trabajo de inteligencia penitenciario.
"El resultado de lo encontrado fue producto del trabajo en equipo, sistemático y coordinado entre los funcionarios dentro del recinto penal. Es un reflejo del trabajo de inteligencia penitenciario, la capacidad operativa, la rigurosidad y el profesionalismo demostrado por el personal de las unidades que intervinieron", dijo.
Luego del procedimiento, los delincuentes, condenados por robo con violencia y Tráfico de Drogas, fueron trasladados a la Unidad Especial de Alta Seguridad.
11 litros de licor artesanal, 22 armas cortopunzantes y celulares se encontraron además.