Como es normal todos los veranos recibimos turistas de todos lados en nuestra ciudad y casi todos coinciden en el clima y como debe ser en invierno y a pesar de muchos este verano que ha sido más caluroso que otros, en general las críticas son positivas ya que nos resaltan que tenemos museos, cordillera que visitar, un viajecito a Tacna para ver una que otra cosa y después para degustar las delicias de la comida peruana a pesar que esto no se transmite en los precios ya que prácticamente estamos a la par.
Ahora viene la parte mala ya que casi en un 100% nos dice que es la ciudad "más sucia" que han conocido y bajo la dolorosa comparación con nuestra vecina nos aducen que se nota en las calles , los jardines, etc.
Yo recuerdo un eslogan pasado de nuestra ciudad que decía "La ciudad más limpia es la que menos se ensucia". Creo que esto nos viene como anillo al dedo a pesar que algunos coterráneos inclusive con sus hijos presentes tiran la basura en la calle como una muestra de aprendizaje mal entendido.
Esto no quiere decir que la parte recolección cumpla de maravilla ya que sus horarios son variables y además que la autoridad no ha puesto mano dura a aquellos que sacan sus basuras a cualquier hora y los perros vagos hacen de las suyas y basta con ver sobre todo en el valle de Azapa como los diferentes cámpines hacen gala de esto en los primeros kilómetros del valle y a pesar de estos de pertenecer a entidades muy respetables desde educación y financieras son los diferentes concesionarios los que no hacen lo que corresponde.
Yo solicito a la autoridad correspondiente que fiscalice estas irregularidades existentes y ser más drástico en este aspecto.
Humor político
En la primera noche del festival, el humorista Edo Caroe no dejó títere con cabeza haciendo mofa de la clase política. Si el público de la Quinta Vergara se considera una muestra de todos los chilenos, el humorista demostró la grave crisis que vivimos. Hizo reír mucho, tanto es así que en el clímax de su rutina el "monstruo" pidió espontáneamente la gaviota de plata. Luego fue grosero, su vocabulario soez y la descripción de escenas no fueron de doble sentido, sino de sentido directo acompañado de gestos impúdicos, tanto que pareció que el público quedó "pa´dentro", y aún así se le dio la gaviota de oro. No es una apreciación de "tonto grave", sino un análisis que hace pensar, que estamos montados en un corcel desbocado.
Edmundo Avila Solari
Marcos Concha Valencia