Casa Copaja será el centro del recuerdo y el patrimonio en Arica
La antigua vivienda será el primer centro de interpretación patrimonial y cuenta con el apoyo del gobierno regional, el municipio, la ciudadanía y distintas organizaciones privadas para su restauración planeada para este año y en donde se realizarán actividades relacionadas con el cuidado del patrimonio y la conservación histórica de la ciudad.
Si uno va a dar una vuelta por el centro de Arica, notará que la gama de edificios, casas y tiendas tiene una variedad curiosa, ya que se puede encontrar con modernos pubs y estructuras contemporáneas y luego pasar por verdaderas reliquias de un pasado que se va perdiendo, un pasado que en el ajetreado diario vivir de una persona es ignorado, aunque en ocasiones, alguien puede detenerse y preguntar ¿qué hay o qué hubo en ese lugar?
Dentro de la historia del casco antiguo, si se le pregunta a algún ariqueño veterano por la casa Copaja, seguramente recordará haber jugado en sus salones y patios, y es que la enorme vivienda ubicada en San Marcos con Lynch es una de esas testigos silenciosas que han observado los grandes cambios en la eterna primavera.
Con la irregular mezcla entre las antiguas casonas y los terrenos vendidos, los que luego pasaron a ser proyectos de construcción, la Fundación Arica Revive se decidió a tomar cartas en el asunto y llevar la iniciativa de realizar un rescate patrimonial, convirtiendo la casa en el primer Centro de Interpretación Patrimonial, lugar donde será un espacio que se dedica al estudio de Arica a través de su historia, dejando un espacio para expresiones artísticas y culturales que destaquen la historia de la ciudad.
Su directora, Pamela Cerda, se refirió al proceso que se llevará a cabo este año: "qué ariqueño que camina por las calles del centro histórico, no se lamenta al ver peladeros y darse cuenta que las antiguas casas hoy son estacionamientos, sin menospreciar lo importante o útiles que sean pero no queda mucho de lo que fue el Arica de ayer. A raíz de eso nace nuestro interés de rescatar la casa Copaja, porque ella representa el estado actual de nuestro casco antiguo. Puedes ver la situación en que se encuentran las casonas, los sitios arqueológicos, incluso el estado de la comunidad que es dueña de las casas antiguas".
Construida en algún punto del siglo XIX, la casa fue una lujosa vivienda, donde los pasillos para la servidumbre, los salones de visitas, comedor y habitaciones daban cuenta de una forma de vivir que se perdió con los años, hallándose techos con arquitectura del sur del Perú, patios internos e incluso un espacio especial para recibir carros tirados a caballo; el solo entrar ya da cuenta de un contraste entre lo moderno y lo antiguo.
Históricamente la construcción fue de la familia Puch, comerciantes que se desempeñaban en proveer carne y otras actividades económicas vinculadas a la industria minera de la región. Con la ocupación chilena, la casa pasó a ser propiedad de los Copaja, una de las familias más antiguas que han estado en la ciudad, y que por generaciones han tenido personajes ilustres en distintas épocas de Arica, como lo fue el primer químico farmacéutico de Arica, Daniel Copaja Guisa, que luego tuvo una descendencia y de ellos, Raúl Copaja Gassols, un destacado dentista que también fue el fundador del Club de Leones de Arica.
No solo sus dueños fueron parte de la historia de Arica, ya que la casa también tuvo sus propios hitos como el recibir en sus habitaciones al Padre Hurtado, haber resistido a los grandes terremotos del último siglo y ser sede de importantes reuniones y campañas como la erradicación de la malaria.
Pamela explicó que la iniciativa nace de los propios ciudadanos por conservar los espacios de Arica como la casa, siendo un proyecto diferente; "desde un principio hablamos de restauración sabiendo que eran montos muy elevados, pero nunca pensamos que tendríamos el apoyo que ahora tenemos, pensamos el cariño que los ariqueños sienten por la ciudad sería suficiente para que todos se sumaran por rescatarla", indicó.
La familia Copaja sigue siendo dueña del añoso inmueble patrimonial, ya que se se retiraron en el año 2014 a causa de los daños que sufrió el inmueble por el terremoto y ahora esperan que su antigua vivienda sea un aporte al pasado de Arica y un importante logro para conservar y valorar el casco antiguo por generaciones venideras que recorrerán sus añosos pasillos lleno de historias de ariqueñismo puro.