A sus 18 años, Alison Andrea Muñoz Oliva se ha destacado como la mejor alumna del Colegio Miramar, con un 6,7 de promedio. Aseguró que su alto rendimiento es gracias a su intensa vida diaria y su dedicación en cada hora del día, ya que no solo en los estudios le va bien, si no que también es cinturón negro en el arte marcial del karate, disciplina que ha practicado desde los seis años y ahora la ha vuelto una de las mejores representantes en la región. Alison cuenta que coordinar sus tiempos fue lo más complejo que tuvo durante sus años de estudio. "El primer semestre estudié, iba al preuniversitario y entrenaba, pero luego empecé a trabajar, dando clases de karate en una sede, tuve dos grupos de niños de 7 a 14 años, esas cuatro cosas".
Su meta, luego de obtener tan buenos resultados es estudiar terapia ocupacional en la Universidad de Chile, ya que espera ser de ayuda a las personas que no son autosuficientes. Esta meta la ha tenido desde hace mucho tiempo, mientras continúa entrenando en Santiago.
Alison vive con seis personas, su madre, su padre, algunos tíos y su hermanito Benjamín de tres años, pero comparte el dojo con veinte, donde ella es la única cinturón negro y ha logrado títulos como campeona sudamericana del 2015.
Su método siempre fue manejar el tiempo, dedicarse a cada cosa que hacía y aprovecharlo, "si uno se enfoca, puede lograrlo, como la gratuidad, que deba ser para quienes se esfuerzan en conseguir sus metas".
La alumna ya fue informada que obtendrá gratuidad este año e indicó que no dejará de entrenar aún estudiando en la universidad, manteniendo su rutina de entrenamiento intacta.
Dojo do nihan karate
Tres horas veinte minutos de entrenamiento físico de lunes a sábado, es lo que le exige el dojo al que asiste Alison, el cual es dirigido por su propio padre. La disciplina es uno de los factores más importantes para el karate.
Alfredo Sanhueza V.
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