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Rioplatenses llegaron a masificar el sushi

Leonardo Pettinichi llegó hace tres meses hasta la Ciudad de la Eterna Primavera con intenciones de surfear en un ola con energía.
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Si usted no conoce Arica lo más probable es que relacione la ciudad con el Morro y el surf. Estos últimos comentarios hicieron que el rider rioplatense Leonardo Pettinichi abriera sus ojos y se trasladara desde el Océano Atlántico hasta el Pacífico.

Ya son tres meses los que este surfista argentino lleva en la ciudad, sin embargo el dinero que traía no era suficiente para extender su estadía en las playas de Arica, por lo que debió buscar trabajo y la comida de los samurais fue lo que lo salvó en tierras nortinas.

"Yo llegué a Arica porque mis amigos me dijeron que acá las olas eran con energía, imagínate que llevó más de doce años surfeando y en el Atlántico la cosa no es tan movida como en el Pacífico, así que una vez que supe lo que pasaba en las costas de Chile me trasladé hasta acá", explicó Leonardo Pettinichi de 25 años.

Sin embargo, una vez en Arica el rider argentino comenzó a ver que su dinero se terminaba, por lo que sus amigos chilenos que también practican este deporte le dieron un par de contactos de trabajo que Pettinichi no desaprovechó.

"Comencé a trabajar en un lugar donde preparaban sushi, yo ya sabía hacerlos, pero en Arica aprendí otros secretos que me llevaron a independizarme y vender esta comida lo más barato que pueda", explicó el rioplatense.

Agregó que "mi idea es que cualquier persona lo pueda comer y no que se quede en la intención de probarlos. Para poder popularizar el sushi yo tuve que comprar insumos por mayor, ya que esa es la única manera de bajar el valor de estos. Gracias a Dios nos ha ido bien y queremos seguir vendiendo para juntar plata y seguir surfeando el Pacífico junto a mi novia".

Lo bueno que para Navidad y Año Nuevo Pettinichi recibió la visita de su pareja, Lucía Lombardi, que también es surfista de Río de la Plata y junto a ella vendieron sushis por toda la ciudad, siendo las ferias navideñas sus lugares preferidos para vender los 10 cortes por 2 mil pesos.