Es el año del mono en el calendario chino y como es costumbre, las efímeras obras se incendiaron en distintos sectores de la ciudad, molestando a algunos y gustando a otros mientras se consumieron en las llamas.
La tradición que presenta a un muñeco vestido con ropajes viejos e incendiarlo para eliminar el año 2015, la costumbre de los monos, volvió a ser furor en algunas poblaciones como en el Cerro La Cruz, donde vecinos prendieron fuego a sus trapos, creando la tradicional fogata que ardió solo para dejar una marca negra de lo que simbólicamente fue el Año Viejo.
Los muebles desechados también se fueron al fuego para decorar los monigotes que lentamente ardieron durante la noche; algunos vecinos indicaron sí que les molesta este tipo de costumbres; "me parece tonto al igual que usar cuetes, mata suegras y otras cosas; solo apoyan la piromanía" indicó Vicente Guerra, vecino del sector Maipú Oriente.
Por su parte, otro que no quiso dar su nombre, declaró a este medio que la quema de cosas en el sector es solo tradición y que "mientras se encarguen de su basura y que quemen cosas que se puedan -porque hay gente que se pone a incendiar neumáticos que además de hediondos, dejan la basura donde lo quemaron no más- eso si acá no hay temáticas; los monos suelen ser solo antropomórficos".
En Tocopilla la festividad ha pasado por una evolución donde el concurso de la quema de monos ha traído diseños de lo más original año tras año, a lo que algunos ariqueños expresaron que sería también un detalle para fin de año, aunque sea a nivel de poblaciones; "estaría genial que se haga un concurso, obviamente reglamentado como en la ornamentación de casas", expresaron los vecinos.
Señalar que hay materiales que al quemarse pueden generar una alta contaminación, por lo que el llamado es a hacer la quema con responsabilidad y siempre con supervisión de adultos que inicien el fuego, alejado de material inflamable.
Costumbres que no mueren
Pese a que el interés se ha ido desgastando, las tradiciones de Año Nuevo, como la quema de monos siguen siendo una importante costumbre en la ciudad, donde en algunos sectores se toma como un desafío la creación de un diseño; en otros es solo el simbolismo de incendiar las cosas antiguas y dejar ir el Año Viejo, dejando de lado la creatividad en pos de hacer el muñeco.