Secciones

Nadadores fueron recibidos como reyes

Con bombos y platillos Arica recibió al Delfín y sus "padawans".
E-mail Compartir

Los nadadores y estudiantes universitarios Jorge de la Cerda (21); Rodrigo Zamora (22) y Nicolás Delgado (19) junto al salvavidas Elías Valdés (21) y al entrenador, Patricio "Delfín" Gálvez fueron recibidos y homenajeados por la intendenta, Gladys Acuña.

La mandamás de la ciudad expresó su orgullo y los felicitó en el Gobierno Regional tras realizar la hazaña de cruzar el Estrecho de Magallanes desde el Continente a Tierra del Fuego en una hora y 45 minutos en la Duodécima Región.

"Es una tremenda satisfacción estar nuevamente con estas jóvenes promesas deportivas ariqueñas, que dejaron muy bien puesto el nombre de la región en el otro extremo del país.

Siempre creímos en ellos y por lo tanto, no dudamos en hacer las gestiones necesarias con la Intendencia de Magallanes para que les otorgara todas las facilidades para llevar a cabo esta gesta", enfatizó la máxima autoridad regional.

Por su parte, el "Delfín" Gálvez dijo que la natación ariqueña dejó bastante bien puesto el nombre de la Región en Punta Arenas, luego que dos expediciones de España y Japón, intentaran sin éxito cruzar el estrecho. "Gracias a la intendenta; a la Universidad de Tarapacá; a la Municipalidad de Arica y a nuestra perseverancia logramos concretar este anhelo".

El estudiante, Jorge de la Cerda, comentó que les embarga una gran alegría por haber concretado esta proeza, ya que debieron permanecer 8 días en un lugar totalmente inhóspito, alejado totalmente de Punta Arenas, donde no había señal de telefonía celular ni almacenes cerca, sólo el apoyo moral de la gente de la zona, por lo que apenas se abrió la ventana climática, pudieron lograr su desafío con una fuerza sicológica importante por parte del equipo.

Dentro de los próximos desafíos, las figuras deportivas pretenden cruzar el Canal Beagle, entre Chile y Argentina, a mediados de marzo, según explicó Rodrigo Zamora, afirmando que gracias al esfuerzo y sacrificio pudieron cruzar los más de 5 kilómetros del Estrecho, acompañados por una barcaza, cuyos ocupantes los animaron en todo momento.