Jacqueline Usnayo, de 27 primaveras, reconoce que el 2015 ha sido uno de sus mejores años deportivos, pero la judoka número 1 de Chile, todos los meses de diciembre deja sus entrenamientos de lado para ayudar a su padre en la feria navideña de Arica.

La recientemente elegida mejor judoka nacional, desde niña que practica las artes marciales, pero hoy inserta en el deporte de alto rendimiento destaca que "siempre en los meses de diciembre dejó de lado el CAR (Centro de Alto Rendimiento) para ayudar a mi padre en la feria navideña".

Usnayo explica que llegó al judo de manera fortuita, ya que "uno de mis objetivos siempre fue disputar los Judejut, pero yo cuando era más niña practicaba karate, sin embargo en ese tiempo los Judejut no tenían el karate en competencia".

Fue así como "mi papá me llevó al judo a los 17 años y en esa misma temporada competí en los Judejut, por cosas de la vida clasifiqué y logré una medalla de oro, y eso que llevaba tres meses entrenando".

Luego los Judejut supieron del poderío de Usnayo en tres ocasiones, lo cual la llevó a seguir entrenando fuerte y buscar la posibilidad de representar no sólo a Arica sino a todo Chile en esta disciplina Olímpica.

"Yo comencé el alto rendimiento el 2014, cuando salí de la universidad me dieron la posibilidad de competir en los Odesur, y en ese entonces ya me tenía que concentrar en Santiago. En esta competencia logré el bronce; hasta ahí todo lo que hacía en el judo era un sueño, pero después quise seguir compitiendo y ocupé mis recursos para viajar a un par de torneos en Argentina y Uruguay, donde logré el quinto puesto, de ahí en adelante se me abrieron las puertas", reconoció Usnayo.

Pero sin duda que el año 2015 ha sido uno de sus mejores, ya que "saqué bronce en la Copa del Mundo de Australia realizado en noviembre" además en otra Copa Mundial realizada en El Salvador se volvió a colgar el bronce, " y mi sueño ahora es llegar a las Olimpiadas".