Durante las últimas semanas y en diferentes zonas del país, se han producido dramáticos hechos que involucran a personas en situación de calle y que dejan al descubierto la falta de preocupación que como sociedad tenemos por esta dramática realidad.
En la comuna de Alto Hospicio un hombre fue asesinado después de tomar agua de un grifo; ;en la Plaza de Armas de la capital, gente de calle se bañó en la pileta, provocando malestar entre los transeúntes. A lo que se suma Concepción, con el desalojo de personas que ocupaban el odeón de la Plaza Independencia; San Fernando y Arica, ambas ciudades con casos similares en la plazoleta Manuel Rodriguez y el Parque Baquedano, respectivamente. ¿Falta de empatía, indolencia, insensibilidad colectiva?
Si bien es cierto que urge contar con una política pública dirigida a restablecer y garantizar los derechos de las personas de calle y darles una oportunidad de real inclusión social, también es imperativo modificar la postura generalizada de hoy que evidencia la falta de respeto hacia la dignidad de otros, que por diversos quiebres en su historia han optado por la calle.
El Segundo Catastro Nacional de Calle del año 2011 indica que en la región hay 395 personas que viven en situación de calle, cifra que probablemente ha aumentado en estos años, por lo que apremia una nueva medición.
Nuestros desafíos como sociedad son grandes. Además de visibilizar y denunciar las injusticias que se cometen contra ellos, debemos ser capaces de incluirlos socialmente a través de acciones concretas que respeten sus derechos y dignidad.
Pablo González Barriga
Director Ejecutivo Hogar de Cristo
Sede Arica Tarapacá