Fue el susto, pero igual tuvo que llegar Bomberos para descartar cualquier anomalía posterior, pasadas las 20.30 horas de ayer, en instantes en que la chimenea del restaurante Los Aleros de 21 se encendió más de la cuenta. Tras esto, el local siguió funcionando.
En prisión preventiva quedó un sujeto de 40 años, quien de no ser porque una víctima lo reconoció por un particular tatuaje que mantenía en una extremidad inferior, lo más probable es que aún fuera parte del problema en el sector norte de la ciudad.
A principio de semana, José Luis Salazar Muñoz (con varias detenciones y condenas en el cuerpo) interceptó a una joven de 19 años, quien esperaba locomoción colectiva en Linderos para trasladarse hasta el preuniversitario.
Fue en ese momento que el sujeto reconocido por tres víctimas como el "hombre de la bicicleta", la abordó y sustrajo un celular.
Producto de la denuncia, personal de la SIP de la Tercera Comisaría lo detuvo cuando ingería alcohol en la esquina de La Concepción con Yerbas Buenas, mismo imputado que fue reconocido por dos mujeres más, quienes fueron asaltadas incluso a empujones por el sujeto. Pero fue la última de sus víctimas quien dijo reconocer a Salazar por un tatuaje que mantenía, el que sirvió como antecedentes para derivarlo al Centro Penitenciario de Acha.
Según informó Carabineros, el imputado presenta antecedentes desde 1997 por delitos de robo, infracción a la Ley de Drogas y una condena de seis años por tráfico.