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La mujer que abrió las puertas de Belén al mundo

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Adela Cutipa nació y se crió en Belén, localidad ubicada en la comuna de Putre a 3.240 metros del mar y cuya principal actividad es la agricultura.

Estudió en la escuela número 4 del pueblo, es la menor de 5 hermanos. Sus padres se dedicaban a la agricultura específicamente al cultivo de papas y orégano.

Recuerda con nostalgia que era la regalona de su casa y siempre escuchaba los consejos de su padre acerca de cómo ser útil en la vida, y ser un aporte para la sociedad.

"Siempre pensaba qué se podía hacer en Belén. Mi padre me entregó valores muy claros. Ahora cuando miro al pasado me siento con satisfacción de los valores que él y mi madre me enseñaron. Falleció cuando tenía 11 años, pero sus buenos consejos siempre quedaron en mi memoria. Mi mamá vivió hasta los 100 años".

Su llegada a Arica

En sexto básico Adela llegó a estudiar a Arica al Grupo Escolar (actual Colegio Integrado). La mandaron a estudiar a la ciudad en compañía de su hermana, pero le costó mucho acostumbrarse a la vida en la ciudad y extrañaba mucho su natal Belén.

Comenzó a trabajar en las vacaciones de verano en lo que era en ese entonces la Panadería Europea (18 de Septiembre con General Lagos) para ayudar a su familia y darse sus gustos, ya que siempre ha sido muy independiente.

Al salir del colegio ingresó a estudiar Pedagogía en Educación Básica. Estudiaba de noche y trabajaba de día. Sabía que tenía que estar en Arica por sus estudios aunque siempre estaba presente en su pensamiento regresar algún día a Belén.

Luego de pedagogía, estudió secretariado bilingüe posteriormente convalidó y se tituló como técnico en Trabajo Social. Se casó, tuvo 3 hijos (2 varones y una niña). Trabajó varias décadas en Arica y cada vez que podía viajaba a su querido Belén.

Arraigo a la tierra

Su madre, antes de su muerte, le encargó en forma especial que se preocupara de la casa familiar y que no la abandonara nunca. "Realicé unos cursos de turismo y cultura. Me di cuenta que como habitantes de Belén teníamos mucho que contar. El tema de dar hospedaje a turistas surgió por una casualidad."

Una tarde caminando cerca del río, Adela se encontró con un grupo de visitantes nacionales qué le preguntaron donde podían quedarse para no tener que ir hasta Putre. Ella les dijo que, además de las cabañas que en ese momento estaban cerradas, no había otro lugar. Pensó en su hogar, llevó a los turistas, vieron las habitaciones y decidieron quedarse.

"Fueron los primeros huéspedes que tuve. Eran profesores de Santiago. Desde ahí comencé a mejorar el hogar de mis padres para brindar el servicio de alojamiento. Lo bauticé como La Paskana porque cuando íbamos a Las Peñas siempre llegábamos a ese lugar que era de descanso", explica Adela.

Decidió darle un carácter netamente andino al hostal. Los turistas que llegan al antiguo hogar familiar de los Cutipa Santos pueden disfrutar del clima de Belén, la tranquilidad y la buena atención que les brinda Adela con su conocimiento de inglés y de la cultura aymara de la cual forma parte y se siente orgullosa de eso.

La mayoría de los visitantes que llegan a Belén son de Francia, Alemania y Estados Unidos. A nivel nacional los turistas provienen de la zona centro y sur y son, en gran cantidad, estudiantes que viajan encantados por impregnarse de la cultura andina, sus misterios y paisajes.

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