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La Miss Earth Natividad Leiva no baja aún las revoluciones

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Tuvo una semana agitada en Concepción. Levantarse de madrugada y acostarse a la medianoche; evento y presentaciones por aquí y por allá y presentaciones ante la prensa. Agotador para cualquiera, pero a Natividad Leiva, ganadora del Miss Earth, le gusta, pues la adrenalina y la presión la hacen moverse de mejor forma.

Así que lejos de bajar las revoluciones, a una semana de obtener el título en Puerto Marina, la escultural morenaza no ha parado.

"Esta semana no ha sido para nada relajada. La verdad es que llegando a Santiago me bombardeó la universidad con pruebas atrasadas, con clases, recuperando clases. Ha sido una semana muy agotadora. Ha sido intenso", confesó.

Eso sí, como agregó, es "rico porque es mucha adrenalina y me gusta, porque trabajo a presión. La verdad es que más que agotador, trato de disfrutar las dos cosas que me gustan".

"Todos dijeron que era una corona robada, pero eso ayudó a decidir que si me metía en un concurso, esto sería mi revancha. Cuando me nombraron se me vino a la mente la gente que me apoyo, las lágrimas se vinieron solas y no paré de llorar hasta que estuve con mi familia".

ansiosa

Natividad no para. Según contó, la adrenalina continuará por lo menos hasta fin de año. Por lo pronto, calculó que en tres semanas deberá partir rumbo a Viena, Austria, donde se desarrollará la final del concurso Miss Earth, lugar en el cual espera repetir la hazaña de Hill Hernández, la única chilena que obtuvo el título mundial.

"Van a ser tres semanas bastante agotadoras, porque estoy entre la universidad y las actividades del concurso, como animaciones, visitas a lugares turísticos. Me voy a tener que dividir… en estos momentos me gustaría tener un clon", contó Natividad que por ahora está viendo el vestuario "con mucha pasión, pues queremos algo lindo y que impacte", dijo.

- Sí, estoy ansiosa, siento que es un desafío. No sé con qué me voy a encontrar, pero sé que daré lo mejor de mí en todo el concurso. Igual viajar sola es un desafío, lo cual es no menor porque son hartas horas de viaje a un lugar lejos. Pero me encanta, porque me gusta la cultura en Austria para la época de la segunda guerra mundial. Quiero disfrutar y conocer gente maravillosa". La belleza de 23 años, un metro y 80 centímetros de altura y estudiante de Contador Auditor, apenas llegó a la zona, se ganó el corazón de los penquistas, que desde un principio la visualizaron como la ganadora. Es que olvidar su figura y su nombre no es fácil. Es más, ella encaja perfecto con las misses cuyos nombres han entrado en la historia: Cecilia Bolocco, Tonka Tomicic hasta Raquel Argandoña, entre otras.

"Es particular mi nombre, generalmente los que me rodean me llaman Nati. Pero cuando me presento digo Natividad y me dicen que es original. Al principio, como es un nombre antiguo y bíblico, no pegaba conmigo, pero después me acostumbré y me di cuenta que era original", dijo. J