El arzobispo capitalino, Raúl Ezzati, pidió perdón a "quienes pudieron sentirse ofendidos" tras la filtración de los correos intercambiados con el cardenal Francisco Javier Errázuriz, en el marco del tradicional Te Deum ecuménico celebrado ayer en la catedral de Santiago,
En el comienzo de la ceremonia, el prelado aludió a las polémicas cartas en las que él junto a su antecesor en arzobispado condenaban la posible nominación de Felipe Berríos como capellán de La Moneda, así como el nombramiento de una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz, en la mesa de diálogo por los abusos sexuales en el Vaticano. Así, partió mencionando el "clima agresivo y violento" que está imperando en la sociedad chilena, lo que queda reflejado con que "se endurece el lenguaje, se cultiva la descalificación y hasta el hogar es víctima de violencia intrafamiliar".
"En estos días, he sentido personalmente lo que este ambiente produce. Me he sentido expuesto a una crítica descalificadora, como la que muchos de los aquí presentes han experimentado. Me valgo de la oportunidad para pedir perdón a quienes pueden haberse sentido ofendidos", agregó.
Ezzati se refirió a la "profunda crisis de esperanza y solidaridad" que vive el país: "Hay, en algunos, desesperanza en cuanto al desenlace de nuestros conflictos presentes y en el futuro que nos espera. Hay también dudas de que sepamos construirlo sin espíritu sectario, aprovechando las mejores cualidades del pueblo de Chile. Y también de que sepamos entregar a los más jóvenes y, con su activa participación, un país que responda a sus expectativas personales y a su pleno desarrollo", sostuvo.
"Es hora de recuperar la dignidad de la política y de volver a practicar la amistad cívica. Esa ha sido la característica más preciada de los mejores momentos de nuestra historia. Por eso, cuidemos el lenguaje y desterremos la descalificación y el insulto. Es hora de recuperar la amistad cívica", agregó. J