Alas 19.54 minutos del miércoles, Aylén Guzmán y Exequiel López, realizaban su sensual show de "aquadance" en el circo Hermanos Vásquez, cuando la tierra se empezó a mover violentamente. Adentro de la piscina dispuesta en el centro de la carpa, Aylén se asustó cuando notó que el agua se salía en forma violenta, mientras en los aires su compañero sentía que algo lo tiraba hacia arriba, mientras colgaba del trapecio. Rápidamente los artistas se dieron cuenta que algo malo pasaba: el público ya gritaba y varios corrían rumbo a la salida.
"Yo estaba sobre la copa (piscina) y mi compañero estaba volando...sentí un poco cómo todo se movía. La pileta se movió bastante y se salió el agua. Después vi a la gente salir. Fue impactante. Es la primera vez que me toca vivir un terremoto, soy de Neuquén y allá no se sienten", relató ayer, todavía asustada, la artista del circo Hermanos Vásquez, que por estos días está instalado en el sector del Muelle Barón de Valparaíso. El número de estos trasandinos es el último del primer acto del espectáculo, que había partido a las 18.45 horas. Según contó Malcom Stuart, productor del circo, en ese momento había unos trescientos espectadores (un cuarto de la capacidad del recinto), quienes debieron ser evacuados inmediatamente, junto a todos los integrantes del show.
"Gracias a Dios no nos pasó nada a ninguno de los dos -continúa Aylén- y tampoco al resto de los compañeros porque las torres se movieron mucho...después me sequé un poco, me puse un polerón y zapatillas, tomé una frazada y a mi gato. Salimos todos corriendo, algunos en auto, hasta que llegamos al cerro".
A la mañana siguiente, Exequiel se lo tomaba con un poco más de humor. "Para nosotros fue una anécdota muy linda para contar, la experiencia más rara que he vivido. En el aire sentí cómo vibraba la carpa y mi compañera me transmitía que la copa se movía demasiado. Inmediatamente el animador del show detuvo el número, informó a la gente que efectivamente era un terremoto y que se debía evacuar la sala".
Las alarmas de tsunami se sintieron fuerte en el borde costero y asustaron a algunos de los miembros del equipo de artistas, según relata Exequiel. "Cuando empezaron a sonar las sirenas de inmediato cargamos los camiones y camionetas de publicidad con los artistas, pero algunas familias salieron por su cuenta caminando, con sus nenes en brazos. Nosotros estamos cerca de la playa, entonces más temor teníamos. Fue complicado". J