Secciones

Colecciona patentes del mundo por amor al arte

E-mail Compartir

S u colección comenzó por el gusto por los autos y también por negocios.

Tomás Herrera Barraza, dueño del taller de repuestos y lubricentro Toherba, ubicado en Capitán Ávalos 2612 y 2616, viajó desde el 2004 al 2013 todos los años al estado de Filadelfia, Estados Unidos, a comprar autos para traer a Chile.

Su primera patente fue una de Delaware, la ciudad donde se quedaba a alojar.

"Empezamos a juntarlas desde los años 90 cuando importábamos autos y venían con patente. Luego por el 2004 andaba en una feria de las pulgas de allá y de pronto vi patentes. Me llamaron la atención así que compré algunas e inicié la colección. Desde esa fecha cada vez que viajé compraba lotes de patentes de distintas partes de Estados Unidos y de los lugares donde he estado como Nueva York y Washington".

"Las compré pensando en adornar el local. A muchas personas les encantan incluso me han ofrecido hasta dinero por ellas, pero no están a la venta", enfatiza el coquimbano que llegó a Arica a los 14 años.

La patente más antigua que tiene es de Pennsylvania de 1930. Se la compró a un coleccionista que remató su tesoro y ahí venía esa.

Pero la favorita de sus cerca de 100 patentes (no tiene una cuenta exacta de cuántas tiene) es la que lleva su primer apellido, Herrera.

La encontró en Estados Unidos y pertenece a una ciudad de Panamá que se llama Herrera.

En sus locales se pueden ver patentes de Miami Delaware, Indiana, Nevada, Brasil, Alemania y de Arica antiguo, adornando los muros de su taller casi como una exhibición de pop art.

Una de las que más llama la atención es la de una de bicicleta de 1932 que, según comenta, se la regaló un cliente.

"Él vino a hacer un cambio de aceite, vio las placas patentes y nos regaló esa. Se entusiasmó y me dijo yo tengo una, así que la instalamos de inmediato. La de Alemania me la regaló un amigo y la de Curepto de los años 70 también, esa es de cuando se entregaba las placas por ciudad", recuerda.

Viajó con su hijo al Mundial de Brasil a ver a la Selección Chilena y de ahí trajo varias. Copacabana, Cuiabá y Río de Janeiro están adornando la entrada del local.

Tomás Herrera Barraza, cuya sigla Toherba la puso por las iniciales de su nombre, dice que le gustaría que en Chile se pudieron personalizar las patentes al igual que en América del Norte. "Sería más seguro además de darle algo de entretenimiento al increíble mundo automovilística", comenta mientras le da la mano a un cliente. J