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Con brochas, rodillo y pintura cambian cara al casco antiguo

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Vecinos y vecinas del casco antiguo valoran que se esté pintando las fachadas de sus casas con alegres colores, porque reconocen que por años el sector ha estado abandonado, sucio y descuidado.

Esta iniciativa nació de forma espontánea en una conversación entre el parlamentario Vlado Mirosevic y residentes del lugar y terminó con la meta del diputado de pintar 500 casas en la ciudad.

Iniciativa espontánea

En tres jornadas de voluntariado, se han pintado 78 casas con llamativos colores que ya han cambiado significativamente el aspecto de las calles del casco antiguo.

Vlado Mirosevic explicó que esta iniciativa nació de forma espontánea proveniente de una conversación con vecinos del lugar al ver que por el lugar pasan varios turistas.

Manuel Guerrero Olivares, vecino de calle Morro con Colón, fue con quien conversó Vlado.

"Le mandé un correo para que viera la calle Colón, la cual es turística y se mantiene sucia y con hoyos. Hay propiedades botadas con malos olores. Conversando nos explicó que los hoyos no dependía de él, qué solo podía mandar carta y era lento. Lo que podía ayudar era en pintar las casas a través de su dieta parlamentaria", comentó.

Manuel participó como voluntario en la primera jornada que partió en Colón y siente que es súper bonito, "cambia altiro el rostro de la ciudad. Se ve más bonito y atractivo el barrio, es bueno para el turismo y la gente que viene de otros países se va a llevar una mejor impresión, porque a veces están sucias las calles y las casas feas, lo cual genera que hablen mal de la ciudad y uno no quiere eso".

Rotunda aceptación

Las vecinas y los vecinos del sector se sienten contentos con esta iniciativa que llena de vida las calles por las que transitan día a día.

Antonio Cerda vive en calle Morro, pero visita a su amigo Julio Figueroa en calle Yungay. Él es residente del casco antiguo desde niño y recuerda que antes las citronetas no llegaban a su casa, por lo empinado de las vías.

"Todo esto era tierra y las construcciones son de la época donde Arica era peruana. El otro día cuando Vlado estaba pintando San Marcos le dije que no se olvidara de Yungay y calle Morro, está quedando muy bonito", comentó.

Juan Guillermo Méndez y su esposa Nora Arjona, son arrendatarios en calle Yungay y les encantó esta iniciativa, porque hermosea el barrio que por años se mantiene abandonado.

"Andan ratones y baratas porque vienen de otros lados a dejar basura acá en la esquina de Yungay con General Arteaga, se llena de sacos de basura, tiran muebles, lavadoras, cocinas y televisores", comentó Nora.

Respecto al cambio Juan comentó que quedó "bonito". J