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El ariqueño que captura el vértigo bajo las olas

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En todos los campeonatos de la especialidad que sea, existen personajes anónimos que permiten que el espectáculo destaque en toda su dimensión.

En este caso, el fotógrafo ariqueño, José Álvarez, es quién tiene que estar desde temprano en el agua para obtener las mejores imágenes del 'Arica Chilean Challenge'.

El evento de categoría mundial de bodyboard que reúne a los mejores riders del planeta en la ola ariqueña El Gringo, es uno de los mejores momentos para este fotógrafo acuático nortino.

El hombre de 45 años se describe como pionero en las filmaciones de cámara acuática en esta ciudad, ya que desde el año 1995 que trata de buscar las mejores tomas de los torneos nacionales, como internacionales.

Partió Sin nada

Pero Álvarez tiene claro que para ser el mejor hay que comenzar desde muy abajo, ya que cuenta que su incursión en el mundo de la fotografía acuática partió 'solo con las ganas'.

"Yo comencé casi sin equipos profesionales, muchas veces improvisando con equipos adaptados al mar y con muy pocos medios. En aquellos tiempos donde no había mucho equipamiento de filmación acuática profesional, pero sí ya existía la competencia profesional había que ingeniárselas para poder lograr una buena toma".

Sin embargo, los años de experiencia en el mar hicieron que varias productoras de eventos de surf mundial colocaran los ojos en Álvarez, ya que la improvisación y las buenas imágenes fueron traspasando las fronteras del mundo submarino.

Vía de escape

Fueron varios años trabajando de manera independiente "hasta que una productora me reclutó para su equipo. Vía de Escape, el programa dedicado a los deportes extremos en Chile me permitió profesionalizarme en todo a lo que cámaras se refería, edición manejo de equipos, entre otros. Con esta nueva oportunidad laboral recorrí muchos años el país de punta a punta en busca de las olas más grandes de Chile y trabajando en varios campeonatos mundiales incluidos los de Arica".

proyección familiar

Agregó que su trabajo en el agua de manera profesional le permitió proyectarse en familia, "ya casado felizmente hace dos años decidí cambiar de oficio y entré a trabajar al prestigioso equipo de salvavidas de la ilustre Municipalidad de Arica después de una exhaustiva selección de más de 70 personas. En aquella ocasión solo una decena de nosotros quedamos hasta el final y logramos obtener nuestra matrícula de salvavidas".

"A cargo de los instructores encontré ahí una vez más mi vocación por el mar. En todo caso mis padres me inculcaron desde niño esta vida y estar cerca del océano ya que las tres generaciones anteriores han estado toda la vida ligada al mar, así que he vuelto a este oficio que me llena a grandes rasgos", explicó Álvarez.

Para terminar, 'el Joselo' dijo que "puedo decir que a mis 45 años me siento pleno y físicamente bien para desafiar el mar en cualquier condición, ya que es mi pasión desde niño y pretendo seguir en ello hasta que las fuerzas me acompañen". J