5 datos del prostíbulo tipo laberinto, con cámaras y un libro de clientes al lápiz
Una hora y 10 minutos duró el procedimiento en que la PDI allanó una vivienda donde se ejercía el comercio sexual ilegalmente, cerca del sector oriente de la ciudad.
Una hora y 10 en que si bien no había clientes, entre la Brigada de Delitos Sexuales (Brisexme) y funcionarios del municipio, se toparon de todo en medio de la fiscalización, la que terminó con cinco ciudadanas extranjeras derivadas para regularizar su situación.
1. "nO HAY NADIE MÁS"
Poco antes de la medianoche, y alertados por vecinos, la policía arribó hasta el inmueble de la esquina de Diego Portales con pasaje Bío Bío, donde tras golpear la puerta para la autorización voluntaria, apareció una mujer aludiendo que ella sólo trabajaba ahí, lo que después se supo que era falso.
2. EL LABERINTO
Ya tras ingresar al recinto, los policías notaron que el asunto parecía laberinto, por los varios pasillos que tenía, como también por las 11 habitaciones con las que contaba el burdel.
"Estaba bien oscuro, había cámaras de seguridad en el exterior de las piezas, tenía tres salidas de clientes y parecía laberinto. Incluso nos percatamos que al fondo, el inmueble estaba en construcción, para agrandar su capacidad", explicó el subcomisario Carlos Fuentes, jefe (s) de la Brisexme.
3. LA MUJER DEL BAÑO
Si bien en un principio los detectives se percataron que eran sólo cuatro las trabajadoras sexuales que habían en el lugar, algo extraño les pareció la puerta de un baño, la cual mantenía su seguro.
Momentos después, los policías escucharon movimientos al interior del mismo, por lo que tras forzarla, notaron que había una quinta mujer, quien con sus 118 kilos, logró hacer fuerza para que la puerta no fuera abierta, objetivo que la fémina no logró.
4. MALDITO VELADOR
Una de las cosas que notaron los funcionarios de la PDI, fue que las piezas eran tan chicas, que tenían espacio para cama, velador y punto.
Mientras fiscalizaban las habitaciones, una de las mujeres aseguró que ella sólo dormía en el lugar. En ese mismo momento, y ante el nerviosismo, se le cayó el cajón del velador, en el que mantenía más de 20 preservativos, anticonceptivos y lubricantes varios.
Más claro, echarle agua.
5. HOY SE FÍA, MAÑANA...
Junto con la Brisexme, inspectores municipales ingresaron al recinto para infraccionarlo por no contar con las patentes debidas, entre ellas la de alcoholes.
Y en eso estaban fiscalizando, cuando se toparon con un cuaderno donde aparecían nombres de clientes, los que fácilmente podrían ser catalogados como asiduos.
Claro, al lado del nombre estaba el nombre de la mujer, qué trago se había tomado y cuánto era lo que debía. J