Casa de acogida 'Génesis' quedó en la calle
La calle Caldera, entre Cancha Rayada y El Roble, se ha convertido en el hogar sin techo para varias personas, que duermen casi a la intemperie y con el frío inclemente del inicio del invierno.
Además cocinan, meriendan, se visten allí. Los autos no tienen espacio para cruzar porque los muebles propios de una casa invaden la calle.
Las mesas, las sillas, las camas, los armarios, la ropa y las personas que se ven pertenecen al Hogar Génesis, que funcionó por quince años en la dirección Caldera 855.
En Arica, el Hogar le brinda ayuda a personas con problemas de drogadicción, alcoholismo, indigencia y condición de calle. En verano lo habitan entre 25 y 30 personas, pero en el invierno la cifra engorda a más de 40.
Sin embargo, fue desalojado de una de las dos casas donde presta el servicio y su dueño la puso a la venta. Más allá de las circunstancias y los aspectos legales que rodean al asunto, quince días después de haber sido expulsados de su hogar, las personas se sienten abandonadas.
Sentados en la gran mesa ubicada ahora en la vereda, Omar Cruz se lamenta porque "los del municipio ni siquiera se han asomado a dejar un kilo de azúcar o a ver qué es lo que está pasando". Miguel Ángel Mogollón pide que "nos den un hogar y no nos dejen a la intemperie". Omar recalca que "nos tienen solamente para llenar formularios" de indigencia.
no abandonan el barco
Por lo general, las personas que llegan al Hogar y logran rehabilitarse o recuperarse, se quedan para seguir apoyando la obra.
Omar llegó a la casa hace dos años. "La mayoría de nosotros hemos sido delincuentes, hemos sido adictos, pero este lugar nos abrió la puerta y por la palabra de Dios nos hemos rehabilitado".
La labor que cumple Omar ahora es participar en el sustento económico del Hogar. "Compramos paños de cocina y productos para el hogar y las vendemos".
Por su parte Miguel Ángel ayuda a otros compañeros con lo que tiene que ver con la panadería, haciendo y vendiendo berlines y dulcesitos. Como una familia tradicional, los hombres se encargan de las finanzas y las mujeres de los quehaceres.
Ruth Elizabeth Abello fue acogida por el hogar hace cinco años. Aunque llegó con su esposo, la muerte los separó y hoy su familia solo son sus dos hijos. El mayor está terminando la educación media y el menor es un niño teletón.
Agradecida cuenta que "aquí me acogieron: me dan alimentación y a mis hijos no les falta nada" y en contraprestación "hago mis deberes: cocinar, limpiar, ordenar...".
un lugar para ayudar
Juan Bautista Mesa llegó a a Génesis luego de caerse pintando una casa antigua. "Nunca fui a un hospital ni nada, aquí me ofrecieron todos los servicios sin ningún costo. El pago que doy es prestar servicio a los que vienen".
Pero la situación ahora es difícil. Hoy por hoy, Juan duerme en un auto, y otros, en las camas adecuadas para dormir en la calle. En las noches, se turnan cada hora para la vigilancia de las cosas.
Mientras Emma Ortiz, la encargada del hogar, intenta darle solución al tema haciendo las consultas legales correspondientes, ellos se afanan porque las cosas sigan funcionando normalmente. Reconocen que es urgente tener un lugar "para poder ayudar a otros. El resto lo levantamos para la gloria de Dios", alaba Miguel Ángel. J