Como hoy es domingo y a varios les resultaría más fácil descansar la vista y evitar la lectura tediosa, dividimos esta nota en tres partes, para describir cómo un joven de 21 años utilizó el método más silencioso y extraño, para ingresar a tres salas del hospital y sustraer distintas pertenencias, sin que nadie, ni incluso los pacientes y familiares de éstos, se percataran.
Nadie, excepto Carabineros de la SIP de la Primera Comisaría, quienes tras una revisión de las cámaras y 2 meses de investigación, dieron con el paradero de Sergio Andrés Valencia Guerra, quien confesó el hecho.
En la captura principal, nuestro protagonista ingresa a la sala de una mujer que hace poco dio a luz. El hombre llega en punta de pies hasta la camilla de una paciente contigua, y ayudado por un biombo, sustrae un celular. El familiar de la mujer que dio a luz nota su presencia, pero cuando lo observa, el antisocial hace que está hablando con el mismo celular que sustrajo. Después de eso, se hace humo.
Ahora es el turno de una paciente embarazada que duerme. El hombre se sienta en una silla a un costado y le hace sombra moviendo su cabeza, al estilo de señas, por si la mujer está despierta. Como la respuesta de la víctima es nula, le sustrae un tablet desde el velador y huye.
En el último capítulo, el joven ingresa apegado a la pared hasta una pieza con dos pacientes. En la camilla más cercana a la puerta, el hombre ve que la mujer está durmiendo y cubierta hasta el cuello con una frazada, por lo que aprovecha de sustraerle un celular, dar unos tres pasos a lo Michael Jackson y escapar.
Según los cálculos, serían más los ataques que habría hecho el individuo. Lo que ocurre es que los otros pacientes afectados fueron dados de alta en medio de la investigación.
En tanto el protagonista de la jornada, fue formalizado en el Juzgado de Garantía local por el delito de hurto. J