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Cien años de existencia y miles de emociones

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De la época escolar son varias cosas que se pueden olvidar, pero alguien acaso no recuerda aquel auxiliar o portero que formaba parte del inventario del liceo.

Y los 100 del liceo "Jovina Naranjo Fernández", sirvieron para reencontrarse con amigos, ex compañeros y rendir homenaje también a "Moscoso", el cual estuvo cerca de 40 años en la puerta del establecimiento de calle Juan Noé.

Gran parte de los ex liceanos en las actividades programadas por el comité de ex alumnos, rememoraron cuando llegaban atrasados y rogaban a "Moscosito" que los dejara pasar y otros hasta le contaban sus penas de amor en los recreos.

Pero las emociones corrieron a raudales en este particular aniversario del establecimiento que naciera en plena época de la llamada chilenización (1915) y que lleva el nombre de la destacada profesora Jovina Naranjo, la cual llegó a formar generaciones de ariqueños junto a otros educadores formados en las antiguas escuelas normales.

CONVOCATORIA

La convocatoria tuvo tal éxito, que incluso llegaron ex liceanos radicados en países como Estados Unidos y hasta de Bélgica.

Javier Rocco se fue hace 15 años de Arica rumbo a Miami, Estados Unidos y estuvo participando en este emotivo centenario de su liceo.

Perteneciente a la promoción de 1977, Javier contó que "yo me fui buscando un mejor futuro para mis hijos a los Estados Unidos y me fue muy bien e incluso uno de ellos (Giovanni Rocco) trabaja para el congreso estadounidense".

LOS PROFES

De su liceo recuerda a sus profesores Ana Labbé, Palaviccino, y otros más, afirmando que "si bien te retaban, uno con los años reflexiona que ellos deseaban lo mejor para nosotros".

Por supuesto que recuerda a "Moscosito", el auxiliar al cual le rogaban los dejara entrar cuando llegaban tarde.

"El es tan antiguo que hasta lo conoce mi suegro y es sin duda un símbolo del liceo, pero en general fue muy bonito reencontrarse con tanta gente de esos años de estudiante y por eso damos las eternas gracias a quienes organizaron este hermoso aniversario", expresa Javier.

Javier es analista en sistema, pero en Estados Unidos se dedica al arreglo de casas en desuso y las pone en venta.

DESDE BRUSELAS

Jorge Sotomayor, llegó a este centenario del liceo, desde Bruselas, Bélgica, donde radica desde hace 24 años.

El pertenece a la promoción de 1978 del liceo "Jovina Naranjo" y en su país de residencia se dedica al catering.

Jorge se declara como un refugiado, pero "no político, sino amoroso, porque estando en Arica se enamoró de una belga, se casó con ella y se fue a radicar a Bélgica.

"Uno siempre añora Arica y me gusta siempre venir para acá, y a todos los de mi familia también, porque se saben hasta el Himno Arica", afirma Jorge.

De sus años de liceano, manifiesta que "me acuerdo prácticamente de todo, de mis profesores, los pasillos, la sala de clases y por supuesto las aventuras, además que como adolescente cuando te decían no, era por algo y ahora uno se da cuenta de lo valioso de esas enseñanzas y por algo me lo decían".

Añade que los recuerdos brotaron emocionados al reencontrarse con algunos de sus ex compañeros y profesores.

En su caso jugaba vóleibol, era muy inquieto, y amigo de todos, además de reconocer que tuvo varias pololas.

Al respecto, Jorge acota que al ver a sus ex compañeras de liceo, después de tantos años, no puede dejar de alabarlas y decir que "son unas damas preciosas, que como el vino, están mejor que nunca".

Tanto Javier como Jorge, destacan que de esa época son los mejores amigos, y por eso el nexo no se ha acabado y fue un reencuentro muy feliz.

Por su parte, Bernardo Olivos, de la promoción 1975, y uno de los integrantes de la comisión organizadora del centenario del liceo, coincide que "la mayor cantidad de ex alumnos que llegaron son de esas promociones de los años 76 hasta los 80, pero la convocatoria tuvo tal éxito que calculamos unos 800 asistentes, lo que transformó este encuentro en uno de los más masivos y emotivos".

LA GRAN CAMINATA

Bernardo, en sus recuerdos menciona la gran caminata de los héroes para el 7 de Junio, en la cual participan jóvenes de todos los cursos y colegios, en una sana convivencia.

"Estábamos como dos meses antes preparándonos en una revista militar con ejercicios y luego venía la caminata desde Punta Condori en Lluta, hasta llegar al Morro y luego de madrugada bajábamos a la costanera para el desfile", rememora Bernardo Olivos.

Si bien la actividad en homenaje a los héroes del Asalto y Toma del Morro era para los estudiantes varones, muchos recordaron que las pololas iban a despedirlos cuando salían del liceo rumbo a la caminata, dándoles aliento.

"Además, ellas formaban parte de la Cruz Roja y llegaban también a la cima del Morro para ayudar a algunos compañeros que caían desmayados al llegar al peñón", mencionan los ex liceanos.

Olivos, asimismo, resalta que "este encuentro tres semanas antes, estaba con incertidumbre, porque teníamos inscritos 350 ex alumnos, pero al final llegamos a 500 al cerrar las inscripciones y en ese momento comenzó mucha gente a pedir ser acreditados y subimos a 600, pero en la fiesta oficial del Casino Arica, hubo sobre 800 ex liceanos".

Lo que también destaca, es que "a este encuentro arribaron ex alumnos de variados lugares, países y continentes, por lo que nos sentimos muy satisfechos con el equipo de trabajo conformado entre otros por Elda Morales, Abel Grant, Iván de la Cerda y el director actual Juan Zenteno".

En la oportunidad, este aniversario tuvo momentos llenos de emoción.

Uno de ellos, fue la presencia del profesor y orientador, Luis Astudillo, muy identificado con el liceo "Jovina Naranjo".

Astudillo, el año pasado estuvo afectado de un cáncer, por lo que estuvo en Santiago en un largo tratamiento y este año retornó a Arica.

Su asistencia a este centenario fue muy celebrada y en su facebook, Luchito Astudillo escribió "mi primera generación de alumnos que tuve el orgullo de egresar fue el "Glorioso 4° año C" , esta vez y con motivo del Centenario del Liceo Jovina Naranjo Fernández nos juntamos, llegaron de todos los rincones de Chile y del extranjero, al cumplir 40 años de egresados, ellos lograron materializar sus proyectos de vida, ser exitosos profesionales, buenos padres de familia, era la educación del Estado, donde todo se compartía, donde se vivía la diversidad y donde compartía el hijo del empresario, con el del panadero o el del médico, o el del obrero, pero todos eran iguales, buenos compañeros, fraternales y solidarios".

El profe afirma que "propiciando estos encuentros, son un regalo para el alma y el espíritu".

Y en cuanto a directores, se contó con la presencia de Hugo Ramos, quien asumió este cargo en septiembre de 1973, sucediendo a Ramón Quintana, y permaneciendo por muchos años a cargo del liceo hasta jubilar. J