La duda era parar o continuar
Sorpresa e incertidumbre afrontaron ayer los conductores que pasaban temprano por Luis Valente Rossi con Edmundo Flores, ya que uno de los semáforos del lugar tenía encendida la luz roja y la verde también
Sorpresa e incertidumbre afrontaron ayer los conductores que pasaban temprano por Luis Valente Rossi con Edmundo Flores, ya que uno de los semáforos del lugar tenía encendida la luz roja y la verde también
En los últimos diez años, la edad promedio de la población en Chile aumentó en más de tres años. De los 31,5 que registraba a inicios de la década pasada, a casi 35 años. Es una de las evidencias del envejecimiento demográfico que presenta nuestro país. En términos aún más específicos, existen cerca de dos millones 800 mil adultos mayores, y la tendencia muestra que irán aumentando por sobre los otros rangos de edad.
En síntesis, al igual como ocurre en otros puntos del planeta, nuestro país está envejeciendo. De hecho, Chile se está convirtiendo en el más adulto de Latinoamérica. Se trata no sólo es una realidad estadística, sino que también de un hecho concreto que debe ser asumido en términos culturales.
Es por eso que ayer se conmemoró el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Maltrato, Abuso y Abandono a las Personas Mayores, como una manera de visibilizar el buen trato y la atención que deben recibir los mayores, en todo momento y todo ámbito de la vida.
El buen trato a los adultos mayores tiene una dimensión diversa y extensa. No sólo se relaciona con el respeto que naturalmente debe existir -y que en ocasiones no se da- en lo cotidiano con los más adultos. Se relaciona también con la inclusión y la capacidad que tengamos como sociedad de reconocer su valor y vigencia.
Esto se da gracias a programas del Gobierno, a través de organismos como el Servicio Nacional del Adulto Mayor, principalmente, o de forma espontánea, cuando a este segmento se les incorpora incluso laboralmente al tejido social, sacándolo del olvido y hasta del encierro en el que muchas veces cae.
Hoy, la esperanza de vida de los chilenos llega a los 85 años y en las chilenas alcanza los 90 años. Es decir, tras jubilarse, los adultos mayores tienen mucho tiempo por delante. Es importante, entonces, que para ellos la vida continúe de acuerdo a sus circunstancias y posibilidades, que existan oportunidades, apoyo en términos de salud y en especial, inclusión en una sociedad que cada vez más, olvida que todos caminamos a la vejez.
Muchos desconocen que la primera Cámara de Turismo en Chile fue creada en 1981 en Arica y tras 34 años de fructífera labor permanece vigente con los mismos bríos originales cuando un grupo de empresarios del rubro le dieron vida como una tabla de salvación considerando que esta actividad era la única posibilidad de desarrollo existente para enfrentar el brutal decaimiento económico y social al ser eliminadas las tratativas de puerto libre y el término de la Junta de Adelanto. Esa dura realidad se ha mantenido casi medio siglo y hoy asoman en el horizonte algunas luces de esperanzas con los anuncios de importantes obras en infraestructura urbana las que si se hacen realidad el turismo resultará ser el más privilegiado por ser transversal y el mayor generador de mano de obra.
La nueva directiva de la Cámara se reunió con las máximas autoridades locales para expresar los sentimientos de preocupación por el lento tránsito en la ejecución de las obras anunciadas a pesar de la danza de millones de pesos en juego y lamentó que al no existir un organismo rector que evite la disparidad de criterios constituye una enorme debilidad, porque pone en riesgo los dineros presupuestados. Propuso la necesidad de crear una corporación de desarrollo turístico para garantizar, por ejemplo, el adecuado funcionamiento del gran museo de la cultura Chinchorro con operaciones anexas y de un futuro magno centro de eventos con el objeto de diversificar la oferta turística con congresos, torneos deportivos, espectáculos artísticos y culturales durante los 365 días al año.
Los directivos también agradecieron al gobierno regional la inserción en el plan de zonas extremas la recuperación del borde costero desde Anzota a la desembocadura del rio Lluta, intervenir el casco antiguo y construir el gran museo Chinchorro tres de los ejes propuestos por la Cámara de Turismo desde hace diez años. Las autoridades coincidieron en señalar que la visión de la Cámara de Turismo de Arica resulta ejemplar.