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El simpático minicamión de basura que recorre Antofagasta

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Hace 61 años y en la exoficina salitrera Rica Aventura nació don Carlos Rojas Rojas, un emprendedor que llegó hasta Australia en busca de pega y hace un par de años encontró un gran nicho de trabajo recolectando basura en Antofagasta.

Actualmente lo que caracteriza a don Carlos es su camión recolector el cual es igual a uno de tamaño normal, pero mucho más pequeño, de origen japonés y con una melodía como los carritos de helado de las películas gringas.

Para comprender bien la historia de esfuerzo y trabajo del pampino, hay que remontarse casi tres décadas atrás.

Australia

Era el año 1987 y Carlos Rojas hizo su maleta y sin pensarlo dos veces tomó un avión con destino Australia.

En Melbourne formó su familia y vivió hasta 1999. De hecho, sus cuatro hijos y todos sus nietos -y su bisnieto- son ciudadanos australianos y no piensan devolverse a Chile.

Allá trabajó de técnico diesel y según sus palabras, "lo que me apasiona es la mecánica".

A fines de 1999 don Carlos vendió su casa en el país de Oceanía y se devolvió a Chile.

Acá se compró un colectivo y trabajaba en eso hasta que "vi que recogiendo basura podía ser una oportunidad de negocio".

En ese momento don Carlos viajó a Iquique y buscando entre un montón de vehículos, vio uno que le encantó: un camión recolector en miniatura, fabricado en Japón y que tiene una melodía que se activa pulsando un botón. Y, seguramente, el señor Rojas tiene unos de los mejores slogan para recoger basura: "Carlos Reco Please" (ver recuadro).

Basura

Con ese camión Carlos Rojas Rojas ha recorrido varios sectores y empresas de la Perla y, poco a poco se ha hecho un nombre. Es más, cuando llega con el vehículo cargado con desperdicios al vertedero, los jóvenes que allí trabajan lo saludan.

"Las primeras veces que yo iba al basural los niños eran chicos, ahora ya deben tener unos 16 o 18 años", cuenta don Carlos.

La tarea de estos chiquillos es subirse a las camionetas o camioncitos particulares que van con desechos y botarlos a un costado del camino en el vertedero municipal.

Según nos contó el emprendedor, él muchas veces ha visto a los jóvenes recoger los alimentos descompuestos de camiones de supermercados, los cuales posteriormente cocinan y comen.

"Me gustaría, en un tiempo más, hacerles un asadito a esos niños pero con comida fresca (…) Su trabajo es fundamental y no es justo que deban comer alimentos vencidos", dijo don Carlos.

Gorro & música

Sin duda lo que caracteriza a Carlos Rojas Rojas en el rubro de la recolección es basura es su sombrero australiano -que fue un regalo de uno de sus hijos- y la simpática música que tiene el camioncito.

"Cuando voy entrando al vertedero activo la música y todos los jóvenes me saludan (…) Este sombrero tiene mucha historia, ya que me lo regaló un hijo hace como 12 años pero ya parece cholguán, así que lo cambiaré rápido", comenta entre risas.

Publicidad

Actualmente don Carlos trabaja retirando basura en varias compañías de Antofagasta y está usando un gran método publicitario: varios stickers con su cara y el slogan antes mencionado.

"Esa foto me la saqué yo, es una selfie, así que no quedó muy buena, por eso hice pocos stickers, como 25 nomás. Ahora lo haré más profesionalmente y mandaré a hacer muchos más", señala. J