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PDI vela por funcionamiento de clínicas veterinarias

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Caso uno: domingo 19 de abril. Noche. "Ela", la gata, enferma. Ángela Montes, su dueña, se enfrenta al diagnóstico del veterinario: Peritonitis Infecciosa Felina, PIF. Dado que es una enfermedad dolorosamente incurable, el médico veterinario le dictamina la eutanasia inmediatamente. Pero Ángela prefiere esperar y prepararse para la despedida definitiva.

Por consejo de Alba Salinas, quien se la había dado en adopción, Ángela va en busca de una segunda opinión en otro centro veterinario donde los resultados médicos le determinaron Bronconeumonía. Con un buen tratamiento, la enfermedad es del todo superable.

Caso dos: Agosto de 2014. "Cabezón" es internado por obstrucción urinaria. Días después, el veterinario que lo atiende dice que no es suficiente el tratamiento con sondas y que necesita una intervención quirúrgica. Al día siguiente de la cirugía, Alba Salinas encuentra a su gato en condiciones de extrema precariedad médica y se lo lleva.

Ya en otra veterinaria, a primera vista, sorprende al médico que esa operación se haya hecho sin depilación. Luego, lo peor, le comunican a Alba que le dejaron abierta la vejiga y la orina se filtró, envenenando su organismo. Cabezón muere.

Estos, entre otros casos que se han presentado en Arica y que han suscitado denuncias colectivas en las redes sociales. En todos, los dueños de los animales alegan un mal procedimiento veterinario y surge la pregunta ¿quién regula las veterinarias en cuanto a los procesos médicos?

Pablo Ibarra, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural Arica, BIDEMA, dijo que la entidad interviene cuando hay un caso de denuncia de maltrato animal, pero que también como policía tienen autoridad para fiscalizar el procedimiento de las clínicas.

Como organismo de la PDI, la BIDEMA existe hace seis años en la ciudad. Ibarra afirmó que en Arica ya hay antecedentes de personas por delito de ejercicio ilegal de la profesión, de las que se han enterado a través de las denuncias que han hechos los vecinos. "También han sido de mucho apoyo las ONG's de animalistas que nos ayudan a detectar esos casos de maltrato animal", aseguró.

"Pero la verdad es mucho el trámite y nunca hacen nada" dijo Alba Salinas quien ya ha denunciado dos casos de maltrato animal sin conseguir ningún tipo de amonestación hacia los agresores de los animales.

La labor de la BIDEMA es tomar la denuncia y pasarla a fiscalía, donde se determina si el caso tiene pena de crimen.

Ahora, de acuerdo con Ibarra, si bien las denuncias en 2014 aumentaron considerablemente, alcanzando un número de 44 acusaciones y a más de 15 en lo que va corrido del año, "no es que haya un incremento de agresión de los animales sino que la gente ahora está confiando más en nosotros, en la policía".

LA BIDEMA cuenta con dos veterinarios que a la vez son policías, por lo tanto, tienen un conocimiento más general en cuanto al proceso médico veterinario como del proceso de investigación.

En su ejercicio la BIDEMA logró detectar a dos personas entre el 2013 y el 2014 que incurrieron en el delito de ejercicio ilegal de la profesión. J