El sexo tántrico es una disciplina oriental practicada desde hace cinco mil años que, a pesar de lo que muchos creen, tiene que ver mucho con un enfoque mental más que con una técnica específica.

En el ritual, la pareja se adora el uno al otro como si fuesen deidades, con un profundo respeto, aunque muchos lo conocen sólo ser un acto que puede llegar a durar horas.

En el sexo convencional las personas buscan llegar al orgasmo preferentemente por una relación genital. Sin embargo, en el sexo tántrico se busca la unión de la pareja en muchas formas, de forma que se logre retrasar el punto máximo de placer. Por tanto, se podría decir que el sexo tántrico es un medio, no una meta, según aseguró un artículo del sitio Otramedicina.imujer.com

En este tipo de sexualidad diferente se busca estar más atento a todo lo que se siente, especialmente al sentido del tacto y a la respiración. Es importante dar y recibir, incluir cosas como los masajes de cuerpo completo para aprender más de los centros de placer de la pareja e incluir nuevas formas de relacionamiento en la cama. Otro de sus objetivos es romper los tabúes, permitiendo una correcta comunicación sexual entre amantes, no solo en la cama sino también fuera de ella.

Por otra parte, el sexo tántrico puede mejorar nuestra salud, ya que se considera a la energía sexual una de las más potentes, capaz de regular las hormonas reduciendo los niveles de estrés y produciendo serotonina.

Es ideal para las mujeres, que tienen una media de excitación sexual de 20 minutos, y a hombres con problemas como la eyaculación precoz o que quieran tener múltiples orgasmos. Esto se debe a que el sexo tántrico diferencia orgasmo de eyaculación, y el control de la última permite que los hombres consigan tener múltiples orgasmos. J