Se trata de las labores más sacrificadas de quienes ejercen sus funciones profesionales. Tacna es visitada diariamente por numerosos chilenos. Pasar y retornar de la vecina ciudad implica un accionar agobiante de Aduana, PDI. Carabineros, SAG, sin olvidar al personal de servicios menores y a las nobles razas caninas cuyos olfatos suelen echar por tierra ilícitos. Pese al notable aumento del gentío se observa esmero en la rapidez de la atención, no siempre reconocido. Obviamente, en ocasiones, la multitud supera los esfuerzos de los funcionarios. Surgen las críticas injustas. Controlar no es simple. El término concentra elementos físicos, organizativos y de procedimientos necesarios para que las personas, mercaderías transportadas y los vehículos puedan atravesar los límites de dos países cumpliendo los requisitos impuestos por las autoridades. De esta manera deben acatarse los controles migratorios (PDI) que son documentales y de verificación de impedimentos judicial de entrada o salida del país. Aduana ejerce la fiscalización de vehículos de transportes , mercancías, etc. Por su parte el SAG cumple funciones fitosanitarias y otras. Carabineros se preocupa de mantener el orden público, vehicular, frontera, atacando a traficantes de droga y ayudando con sus orientaciones al visitante. Es importante conocer las normas antes de criticar. Los funcionarios cumplen con su deber y lo hacen eficientemente. Somos contradictorios: nos quejamos del tráfico de drogas, comercio ilegal, delincuencia, etc. Viajar a Tacna y viceversa impone controles obligados necesarios para la seguridad de las comunidades. Así es la cosa. Tacna, nos trata muy bien. Saca bastante provecho…y Perú, espera seguir sacándolo a largo plazo. Invierte bastante en su ciudad fronteriza. Arica en cambio, sigue siendo el pariente pobre en un Chile que demora en interesarse por ella. Tomás Mosciatti O., severo, pero objetivo periodista y abogado ha desarrollado un completísimo trabajo referido a la realidad comentada. Figura en internet, ¡léalo!. Le sorprenderán sus argumentos, que indiscutiblemente, pueden llegar a ser realidad.

A partir de 2016, se espera que Arica se una a las otras dos ciudades del norte de Chile que cuentan con una escuela de medicina, carrera que hasta hoy es impartida en Antofagasta y Coquimbo. Se trata de un esfuerzo importante e inédito que involucra principalmente a la Universidad de Tarapacá, la Universidad de Santiago y el Gobierno Regional.

La comunidad sabe bien de la necesidad de médicos y especialistas en nuestra región. La salud es un "talón de Aquiles" para Arica, tan evidente que miles de vecinos y vecinas deben trasladarse a Tacna en busca de atenciones. Pero no es sólo cuestión de preferencias. En ocasiones, se trata de necesidades imperiosas o hasta prioritarias, que alcanzan el carácter de urgente. Pacientes que necesitan atenciones especiales deben ser derivados a centros asistenciales en Santiago o Antofagasta, no sólo por temas de tecnología o infraestructura, sino que también por la falta de especialistas que se hagan cargo de los males que les afectan.

Y es que nuestra ciudad presenta un déficit no menor de facultativos. De hecho, se estima que en la zona existe un tercio de los médicos respecto a lo que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) recomienda como el estándar para la población. La OCDE habla de uno por cada 322 habitantes y aquí existe uno por cada 925.

La frialdad de estas cifras muestra que la apertura de una escuela de Medicina en Arica no sólo responde a un avance académico, sino que también a responder a la población y a sus necesidades. Como lo manifestara el intendente Emilio Rodríguez, se trata de un paso que tiene directa relación con el mejoramiento de la calidad de vida de la población.

La facultad de Medicina necesariamente significará, no sólo formar nuevos profesionales en la zona y para la región, sino que también acercar hoy a nuevos profesionales y especialistas a Arica y su gente. Aquello se convierte en el primer paso para comenzar a pensar en una mejora sustancial a las atenciones de salud para ariqueñas y ariqueños.