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40 % de usuarios del Cesfam Norte no evacuaron

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l Otro punto negro del ejercicio de simulacro fue la negativa de un 40 % de los usuarios del Centro de Salud Familiar Cesfam Norte, quienes se negaron a evacuar, mientras que el 60 % restante se ponía las pilas con la evacuación.

Francisco Fajardo, del Comité de Emergencia (COE), a cargo de coordinar el simulacro dijo que, "pese a que algunos usuarios no acataron la emergencia, los tiempos estuvieron buenos. El primer grupo salió en cuatro minutos y el segundo fue en 10 minutos. Creo que la evaluación ha sido positiva".

También explicó que tras el simulacro se reunirían en el Comité de Emergencia para evaluar los puntos críticos y sacar conclusiones que sirvan para ir mejorando los ejercicios futuros, a fin de mantener preparada e informada a la población. J

Colegios y jardines de la Cardenal Henríquez la hicieron cortita evacuando

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l Quienes demostraron organización fueron los colegios y jardines infantiles del sector norte, los que estaban con el reloj en mano tomando los minutos que utilizarían para evacuar.

En el colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez, de Amador Neghme con Linderos, 814 alumnos se tomaron 7 minutos para llegar a la zona de evacuación.

Sin embargo, la paramédico Ana Rojas, aclaró que, "el año pasado nos tomó menos minutos hacerlo".

Dyana Tapia, orientadora del establecimiento, criticó la falta de preparación de los sitios donde deben evacuar los menores, a un costado de la avenida Capitán Avalos. "Aquí está lleno de basura, escombros y botellas rotas, deberían limpiarlos para que los menores no puedan tener accidentes", aseguró.

EN COCHES

El jardín infantil Alborada, de la Fundación Integra, ubicado en Cancha Rayada con Villarrica, utilizó por segunda vez los coches que transportan 6 niños.

Sara González, directora del jardín dijo que, "nosotros evacuamos 141 niños y las 27 personas que son funcionarias. Nos llevó 13 minutos llegar a la zona establecida; el año pasado lo hicimos en 11 minutos, y aunque la Onemi nos dice que estamos bien, creo que es mucho tiempo".

Quienes sufrieron fueron las mascotas, principalmente con el sonido de las alarmas a lo largo de la costa norte. J

Conductores del sector norte no se motivaron con las sirenas

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Cuando gran parte de la población costera evacuaba tras las sirenas que alertaban del inicio del simulacro de terremoto y tsunami, gran cantidad de conductores, hacían caso omiso del ejercicio y manejaban sus vehículos en dirección norte por avenida Santiago Arata, lo que dificultó que transeúntes y niños cruzaran la arteria en forma segura, debiendo intervenir carabineros, que controló el tránsito.

Lo mismo pasó con los camioneros bolivianos, que no se plegaron a la emergencia, transitando por la costanera rumbo al puerto y por avenida Capitán Avalos.

Pese a esto cuando iban 20 minutos del ejercicio, la población de Tierras Blancas, de la Villa Pedro Lagos, edificios Pacal y población Poconchile, salían de la zona de inundación.

"MUY TEMPRANO"

Orieta Espíndola, vecina de la población Tierras Blancas se mostró molesta, ya que según ella "se realizó muy temprano el simulacro y no nos dejó arreglarnos".

Ella cruzaba junto a su hija por Santiago Arata y aseguró sentirse desorientada ante la información proporcionada por los volantes entregados por la Onemi.

"Nos dijeron que debemos evacuar desde Tierras Blancas a través de calle Eilat y al llegar a la Panamericana, tomar al sur hasta llegar a un costado de la Universidad Arturo Prat, frente al Home Center, pero no fue así y tuvimos que seguir las órdenes de los carabineros y seguir hacia el norte ingresando por donde está instalado el circo".

VÍAS DE EVACUACIÓN

Donde se observó orden y coordinación fue entre los vecinos de Tierras Blancas, donde habita gran cantidad personas de la tercera edad, los que utilizaron nuevamente las vías de evacuación de Tierras Blancas, construidas durante el 2012 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

El único detalle fue el sonido -ensordecedor en algunos momentos- que molestó a los adultos mayores- que eran sacados desde las zonas de inundación en sillas de ruedas, en dirección a las zonas de seguridad. Lo mismo hicieron menores de jardines infantiles y cientos de trabajadores de la construcción, todos en forma rápida y coordinada. J